En este mundo hay dos tipo de personas: las que piensan y las que siguen. Las que piensan se expresan y viven felices porque no se quedan con nada dentro de su mente. Las que siguen solo siguen. Viven de acuerdo a la moda, hablan de lo que los demás hablan, se visten como le dicen los demás y se casan con gente que termina pisoteándolos y controlando sus vidas.
Si me preguntan a mí creo que ambos tipos de personas son felices. El que piensa es feliz así y el que sigue ni siquiera sabe que pasa a su alrededor así que es feliz también. Creo que eso mantiene un cierto balance en el mundo. Hay quienes piensan y cuyo objetivo es dirigir los destinos de los que siguen. Hay quienes siguen que solo esperan por alguien que piensa para que los dirija. Es una situación win/"win".
En mis tiempos de soltería conocí a varias jovenes de quienes fuí novio. Recuerdo que había algo que me ocasionaba acercarme o alejarme de una muchacha, su actitud ante la vida. La razón por la cual terminé casándome con mi esposa fue que ella nunca estuvo de acuerdo conmigo, más aún desde el primer momento me cayó mal. Ella me dice que yo también le caí mal. Han sido pocas las veces las que mi esposa me ha dado la razón. Cuando quiero consultar algo de lo cual tengo duda hablo con ella pues que me dice las cosas "sin aderezo". Hasta el día de hoy no he recibido un mal consejo de parte de ella. Y si les confieso algo muchas veces parece que ella está del lado contrario de lo que pienso, incluso en el blog. Eso es lo que me gusta de ella. Y les confieso que muchas personas se preguntan como es que estámos juntos cuando pensamos de forma tan diferente, hasta nuestros hijos me lo han preguntado. Eso es uno de los misterios del amor.
Me cae bien la gente que piensa diferente a mí. La persona que no piensa igual que yo me hace crecer. Cada vez que veo que alguien me contradice no me molesto sino que levanto las cejas y espero ver los razonamientos. Lo único que no tolero son los ataques personales pues son la forma más baja de debatir. De hecho esa es la forma más primitiva de llevar a cabo una discusión. Es como dos cavernícolas con mazos.
Recuerdo la primera vez que uno de mis hijos me cuestionó algo. Fue el mayor y tenía unos nueve años. Desde ese momento dije en mi interior "bien muchacho, vas por buen camino". Cada uno de mis hijos se ha parado de frente a mí en una u otra ocasión y ¿saben que? en el interior me siento orgulloso. Claro, los he ido educando en la manera correcta de expresar sus diferencias y les digo que en este mundo tienen qe cuestionar todo. No quiero criar unos revoltosos solo quiero que sean personas que piensen.
Bueno...Al menos nosotros hemos tenido nuestras diferencias también...El problema es que el que tenía la razón eras tú. Todo sea por alumbrar el altar de la Polémica.
ResponderEliminarMenos mal. Es bueno leer esto. Ya estaba empezando a preocuparme... :)
ResponderEliminarAlí:
ResponderEliminarGracias. Cuando debato con alguien espero que esa persona me acerce a la razón. O sea es como meterme en un viaje donde se que quiero llegar pero los que están a mi alrededor tienen ideas de como llegar. Hay veces que he tenido que ceder y reconocer que la otra parte tiene la razón. En ese momento no me siento menos ni que perdí sino que siento que aprendo y eso es algo que valoro. Me gusta esa imágen del "altar de la polémica". Gracias por la visita. Adelante y éxito.
Ramón:
Cuando se habla de política los ánimos tienden a salirse de sus niveles. Muchas veces evito el tema por eso. Y aquí tu y yo hemos tenido nuestras diferencias muy marcadas. El hecho de que yo tenga una diferencia contigo no quiere decir que te deje de apreciar. Es mucho lo que he aprendido de ti en este intercambio que hemos tenido. Y tu blog es uno del cual he aprendido también. Alí y yo compartimos una religión y hemos tenido diferencias en algunos asuntos. Tú y yo compartimos un ideal y tenemos diferencias. De las diferencias que he tenido contigo y con Alí he aprendido muchísimo. Vamos a partir de una premisa, no siempre estaremos de acuerdo pero al final nos une el deseo de exponer nuestros puntos de vista y compartir ideas. Aunque a veces ese compartir sea tan agitado como un barco en medio de una tormenta. Gracias por la visita. Adelante y éxito.
Hay muchos que siguen por temor inculcado y sentimientos de soledad y el temor paraliza, hasta que un día te golpea y te sacude, es cuando decides no seguir y piensas, lo digo por experiencia propia.
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