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4.02.2009

Artritis

Recuerdo el día...Estaba trabajando como de costumbre y de repente sentí el brazo pesado. Me dolía moverlo. Ignoré el dolor y seguí haciendo los quehaceres como de costumbre. Entonces comencé a sentir que el frío se me metía por dentro y en especial en los hombros cuando los levantaba me dolían. Traté de recordar y no venía a mi mente ningún evento en el que me haya puesto a hacer fuerza indebidamente o como decimos aquí en Puerto Rico "una mala fuerza". Yo no levantaba pesas y aunque me ejercitaba y era común un poco de dolor ese dolor no era normal. Entonces el codo comenzó a enrojecerse y me dolía también. Esa noche mi esposa me dijo que fuera al doctor porque tengo la mala costumbre de dejar que los dolores lleguen al punto de no aguantarlos más para entonces ir al doctor.

Fuí donde mi doctora le describí los síntomas y me dijo: "Tienes artritis". Le dije: "¿Pero como va ser?, si yo hago ejercicios como bien y solo tengo 22 años (esto fue hace 11 años atrás." Ella se echó para atrás en la silla, me miró por encima de los lentes y me dijo: "Hay niños que padecen de artritis tu no eres la excepción." Yo le dije que no podía creerlo. Ella estaba ya un poco molesta pues en el tiempo que me llevaba atendiendo estaba acostumbrada a que yo cuestionara algunos diagnósticos. Me miró con una mirada que decía "me darás la razón como siempre".

No quize creerlo. Cuando se lo dije a mi esposa ella dijo que hacía sentido y aún así no lo quize aceptar. Traté de continuar con mi vida y me tomaba las aspirinas como me dijo la doctora repitiendo en mi mente "yo no tengo artritis" como un mantra. Un buen día le dije a mi esposa "me voy a ver un especialista que me diga a ver si es artritis porque todavía no lo creo". Así que fuí a un doctor reumatólogo que tenía muchos años de experiencia y ya era bastante anciano (tiendo a confiar más en los médicos ancianos). Me dijo lo mismo que la doctora pero añadió: "Si quieres convencerte hazte estas pruebas y regresas."

Pues me hice las pruebas y regresé y definitivamente el diagnóstico era correcto, tenía artritis. Pues, seguí los consejos del doctor (y la doctora) y hasta el día de hoy cada vez que va a llover o hace frío ya recibo el dolor (a eso le dicen "barrunto") y hasta me he acostumbrado en cierta manera. La artritis le puede dar a cualquiera y a cualquier edad, yo aprendí eso.

Evito comer carnes rojas pues por alguna razón cada vez que me saboreo un sabroso bistec u otra carne roja al día siguiente tengo que tomarme par de pastillas pa'l dolor auqnue a veces lo hago con gusto. Si, hay veces que cometo el pecadillo de comer alguna carne roja y aunque sé que al otro día tendré que pagar las consecuencias la saboreo viviendo solo el momento presente.

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