PARTE II: EL "SANDWICH" Y LA PASTA DE DIENTES
Antes de casarnos todo era diferente, mami me preparaba el sandwich calientito en la waflera, con mantequilla y queso y le sacaba las pimientitas al jamón. El juguito no podía faltar. ¿Sabes que pasó la primera vez que le pedí un sandwich a Prome? Me trajo dos tajadas de pan fríos con queso y un jamón repleto de pimientas.
¿TE IMAGINAS QUÉ HICE? Llorar y recriminarle lo desconsiderado que era porque me trajo un sandwich frío como si fuera para un perro. Él a su vez cuando vió por primera vez la pasta de diente acribillada por el mismo medio. Me dijo un tanto decepsionado "así no se usa la pasta de dientes, se exprime desde abajo." Yo le contesté: así lo harás tú, pero toda mi vida yo lo he hecho así. Ahí está la clave.
En una pareja los dos tienen costumbres y experiencias diferentes que forman el carácter y la manera peculiar de responder antes los problemas. Pero en un matrimonio no se puede vivir intentando cambiar al otro, sino que se debe permitir que las próximas experiencias vividas en matrimonio sigan formando un nuevo estilo de vida de manera conjunta; que tenga un poquito de cada uno.
No se debe vivir intentando cambiar el sandwich frío del otro y el otro no debe vivir tratando de que apriete la pasta desde abajo, porque tratando de que otro cambie nos cansamos y nos fustramos. Al día de hoy, yo todavía apriento la pasta supuestamente mal, pero no es mal sino diferente. Pero PROME ha aprendido a aceptar que yo soy diferente. Por otro lado, ya Prome no deja el sandwich frío, pero ahora lo tuesta que solo entran los colmillos de los perros. Pero me lo como con gusto, porque es el "sandwichito" de Prome y he aprendido a aceptar sus diferencias. Los cambios no ocurren CON FUERZA SINO CON EXPERIENCIA.
En vez de intentar cambiar a la otra persona, comienza a cambiar tú. Verás que los cambios que tú hagas producirán respuestas positivas en la otra persona y habrá más armonía.
HESIONE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta con libertad y recuerda que yo no tengo la razón y estoy dispuesto a aprender si me corrigen. Por favor no insulten.