Hace unas horas visité la ciudad donde nací y me crié y para serle sincera regresé a mi hogar sumamente indignada. Después de un día haciendo diligencias de una oficina del gobierno a otra decido ir a comer a un precioso lugar que está levantando una persona que aprecio mucho. Y como es harto sabido me encontré muchísimas dificultades para realizar los trámites que necesitaba, pero para mi sorpresa hasta para ir a comer a un pequeño negocito se hizo dificultuoso. No entiendo el propósito de que el dichoso alcalde de Caguas se antojara de poner aceras en toda la ciudad, obviamente el propósito no es práctico. Son muchos los negocios de personas humildes como mi amigo que se han afectado.
Lo triste es que no son gente con dinero para malgastar, ni con influencias para adquirir lo que se les antoja, ni fama para ser escuchados donde quieran pararse. Son personas comunes que lo único que quieren es sobrevivir ante la situación económica que atraviesa el país, que quieren sobrevivir ante las injusticias del gobierno y que se resisten a abnegarse ante la inmoralidad de gente que dice treparse en una silla para servir a este país. A qué país le servirán, porque el país es la gente, la gente que necesita su empleo, que necesita sacar a flote su pequeño negocio ante una crisis económica. Pero no pueden, porque cuando los clientes quieren participar de nuestra economía no encuentran donde estacionarse. Claro, pero con el antojo del alcalde quiénes salen ganando.
La última vez que estuve en Caguas ya habían impactado la avenida Degetau y los cientos de negocios de gente humilde puertorriqueña que con esfuerzo lograron ubicarse en dicho lugar. Ahora veo que se ha extendido, hasta le quitaron la entrada a una gomera. !QUÉ LÓGICO VERDAD! Por donde entraran los autos para ser atendidos. Todas estas personas tendrán que ir a Walmart, a un "shopping" a realizar sus compras y a cambiar las gomas de los autos porque allá si hay estacionamientos. Pero después se aclaman y vitorean diciendo que ayudan a nuestros pequeños comerciantes.
Pero yo lo veía venir cuando este señor (y les recuerdo para los que tienen mente corta)realizó la propaganda del chavito indicando que sería por un tiempo limitado y hasta el día de hoy se quedó el chavito y le añadió 6 más. Así como el copero provaba el vino del rey para asegurarse de que no estuviera envenenado, así se tiró al frente para que sus secuaces estuvieran seguros al tomarse el vino. Ahora estos comerciantes comerán aceras, porque su clientela se irá a los "malls" y clientes como yo en vez de un sandwhisito con juguito trataré de echarle un ñasqui al canto de acera que puso el dichoso alcalde. Talvez la situación personal que está atravesando hace que muchos callen, pero no se puede olvidar que él no ha tenido empatía con el pueblo al que se dice servir. Cuántos más se estarán haciendo tan dichosos como él?
VIVA AL ALCALDE DE CAGUAS, ACLÁMELE SU PUEBLO
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