Cambiáte de ropa

"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad." Efesios 4:22-24

Estas palabras indican que el ser humano debe vivir en un constante proceso de renovación. Despojarse implica dejar las costumbres que nos hacen daño a nosotros, a nuestra familia o a la sociedad. A veces esto implica dejar vicios, actitudes o malas mañas.

¿Para qué? Para renovarse, para limpiar nuestro corazón y que mejore la relación nuestra con otros. Para que aprendamos a tratar a nuestr@ espos@, a nuestros hijos, a nuestros padres, etc. Renovarse es como darse un baño en el que lo que no sirve se tiene que ir.

Si nos despojamos de las viejas vestiduras y nos lavamos de las malas acciones nos falta vestirnos con un nuevo vestido. ¿Cuál es ese vestido? Actitudes positivas, nuevas costumbres. Por ejemplo, el que no le daba afecto a su hijo, aprende a abrazar y besar a su hijo. El que usaba violencia en su hogar aprende a tratar a su familia. El que estaba en vicios aprende a apoyarse en Dios.

Efesios 4 sigue explicándonos que en este proceso de renovación el que mentía aprende a decir la verdad. El que robaba, no roba más sino que aprende a trabajar para ayudar al necesitado. El que hablaba palabras malas aprende a hablar palabras que edifiquen.

Si reconoces que necesitas entrar a este proceso estoy segura de que cerca de tí hay líderes espirituales que te darán la mano. Si estás en algún vicio que reconoces daña tu vida y la salud emocional de los tuyos busca ayuda profesional. Dios siempre pondrá a tu lado una mano que te apoye.