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6.13.2010

Me toca a mí

Compartiendo en estos días la serie El alma de un padre sentí la necesidad de abundar acerca del perdón. Recordé las palabras de Mt. 6:12 "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores." El problema es que a veces queremos que nos perdonen y nos amparamos en la excusa de que todos los seres humanos cometen errores. Sin embargo, cuando nos toca a nosotros perdonar nos rehusamos.

Para perdonar se requieren algunos elementos. Lo primero que se requiere es que preparemos nuestro corazón con estas ideas importantes: yo también fallo, debemos hacer con otros lo que nos agrada que hagan con nosotros y pagar el mal con bien me sana a mí más de lo que ayuda al otro.

Luego corresponde tomar la decisión de perdonar. Cuando tomas la decisión debes estar claro en que los recuerdos no desaparecerán. Con lo que vas a comenzar a trabajar es con los sentimientos y tus reacciones hacia esos recuerdos.

El últimos paso es pasar por el proceso de perdonar para el cual te aconsejo algunas acciones que te ayudarán. El proceso de perdonar implica permitir que el tiempo sane tus sentimientos. Sería recomendable realizar acciones en favor de esa persona. Acercarte a la persona y pasar más tiempo con el/ella. Buscar una relación más afectiva, es decir, saludarla y expresar afecto (abrazo, beso, apretón de manos, etc.)

Si perdonas tú también ganarás.

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