Hay un momento en la vida en el que uno se da cuenta de que la generación que viene alcanza a uno. Mi esposa y mi hijo mayor se dieron cuenta de algo cuando llegamos por la noche de la iglesia, mi hijo ya no mira hacia arriba cuando habla conmigo... Allí estábamos en la cocina cuando mi. esposa me dice, "Michael, el nene ya es tan alto como tú". El nene me miró y dijo, "es verdad".
Nos paramos espalda con espalda e hicimos la comparación. Confirmado, mi hijo no es tan alto como yo, es MÁS alto que yo. A la mente me vinieron los recuerdos de cuando pequeño jugaba con él. y se enrollaba en mi pierna y yo caminaba como si nada. Con el tiempo ya no podía yo cargarlo. De pequeño jugábamos de manos (todavía lo hacemos) pero llegó el momento que tuve que decirle, "vamos a tener que jugar menos porque ya tu das duro". Yo le enseñé a jugar sus primeros video juegos y siempre le ganaba. Ahora tiene que jugar PS3 por internet para conseguir gente que esté a su nivel porque lo que hago es perder corridamente, aunque hay veces que gano pero son raras.
Yo le enseñé a leer, a correr bicicleta, a jugar baloncesto y en todas esas cosas ya me sobrepasa. Ahora es más alto que yo. Y les confieso algo, está sacando mejores notas que las que yo sacaba a su edad pues yo hasta me colgué una vez en décimo grado (aunque fue por perder el tiempo) y él nunca pasó por eso.
Ya guía el carro y no tengo que asustarme. Ya predica un sermón sin asistencia. Ya estudia solo y escribe un ensayo. Ya es grande.
Seguirá siendo mi nene aunque sea más alto que yo.
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El tiempo pasa... no he pasado por la experiencia pero ya tengo de cerca muchas caritas de la familia o de la iglesia que he visto crecer y me sorprende. Qué será cuando me pase a mí...
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