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4.12.2012
Fetichismo Cibernético-Social
Hace un tiempo cuando estudiaba sicología recuerdo que encontré la palabra "fetichismo". Vamos a ver la deficnición de Wikipedia del término en sus dos acepciones:
Fetichismo es la devoción hacia los objetos materiales, a los que se ha denominado fetiches. El fetichismo es una forma de creencia o práctica religiosa en la cual se considera que ciertos objetos poseen poderes mágicos o sobrenaturales y que protegen al portador o a las personas de las fuerzas naturales. Los amuletos también son considerados fetiches.
Ahora veamos otra clase de Fetichismo, el fetichismo sexual:
es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un talismán u objeto fetiche, sustancia o parte del cuerpo en particular.
Ahora voy a hablar de otro fetichismo, el fetichismo Cibernético-Social. Yo lo definiría como la devoción enfermiza hacia las redes sociales y las estadísticas que se crean con cada mensaje compartido.
Hay gente que vive para ver como sus Tweets en Twitter son Rettwiteados y como sus estatus en Facebook le dan like. Hay blogueros que miran la sección de visitas de su blog diariamente y viven para ver cuanto lo visitan y cuanto comparten sus entradas. No es malo monitorear las redes pero dedicarse a eso puede llevar a las personas a dedicar una atención excesiva a algo que es solo parte de la vida en la internet.
Mucha gente vive para ver si su video en Facebook se volvió viral o si el estatus de Facebook le dieron muchos likes y para lograrlo caen en conductas que rayan desde lo ridículo hasta lo ofensivo. Hace un tiempo predicaba en mi iglesia de los peligros del humor en los púlpitos. Está bien hacer un chiste de vez en cuando pero cuando la única manera de llamar la atención es con chistes buscarás hacerlo cada vez más gracioso y más gracioso y lamentablemente con el humor lo más fácil para hacer reir son chistes de sexo, caca o humillantes (humor a costa de otras personas y sus características físicas). La persona que vive para llamar la atención en las redes sociales caera hablando de una de esas tres cosas para mantenerse "vivo", para que lo lean y les den muchos follow en Twitter o friend request en Facebook.
Cuando la fijación en las estadísticas se vuelve un fin en sí tenemos un fetichiso cibernético-social. Cada Retweet provoca excitación, cada like en Facebook Provoca un orgasmo. Pero el precio de conseguirlo es la degradación de la persona que para querer lograrlo recurre a métodos que lo rebajan.
Cuídemonos de no caer en la trampa de querer que nos lean mucho y recurrir a una de los tres atajos: sexo, caca o chistes humillantes
Pie forzao de una bloguera que si sabe de esto
Arianna Huffington: Virality Uber Alles: What the Fetishization of Social Media Is Costing Us All
3 comentarios:
Comenta con libertad y recuerda que yo no tengo la razón y estoy dispuesto a aprender si me corrigen. Por favor no insulten.
Michael, eso de los chistes en el púlpito se origina en la práctica de fundamentalistas de televisión en los EEUU y acá, donde son unos imitamonos, y la mayoría son pro estadidad, se han dedicado a lo mismo. Anteayer me detuve cambiando canales al escuchar al de Iglesia de Agua Viva hacer el chiste, totalmente traido por los pelos, de la diferencia entre los sacerdotes católicos y los ministros como él. El chiste va como sigue: El sacerdote le dice al ministro que en su iglesia tienen "vinito" y en la del otro no, que no tienen que dejar de bailar o arreglarse y en la de ellos no. El aguavivano dice entonces que el ministro le respondió que eso es cierto pero que ellos pueden casarse y que eso es mucho mejor que el vino, el baile y los adornos. Lo dijo con todo el acento en el único sentido del acto sexual permitido y gozado. Por supuesto la congregación se reía con ganas. Me pregunto si toda esa gente que abarrota las iglesias de estos ministros de la televisión van más para el show casi de Comedy Central que les monta el ministro.
ResponderEliminarLo increíble es que he visto recientemente en el canal 13, el único Católico, que ponen a unos oradores que son pura imitación de los ministros fundamentalistas, en todo, hasta en los chistes medio risqué que parece les encanta a las señoras bien mayores que van al servicio. Alabado..
Otoniel Font y otros como él son una especie de predicadores que tienen como fin llenar las iglesias para llenarse los bolsillos. Como tienen que buscar dinero a como dé lugar harán lo que sea, hasta convertirse en "comediantes". El papá de Otoniel, Rodolfo Font, una vez se trepó al altar en unos pampers de adulto. La gente idiota se reía como loca y estoy seguro que ese día le dieron ofrendas a todo lo que da. Ahora debe estar disfrutándolas con la amante con la que se casó.
ResponderEliminarEs una pena que por causa de unos pocos payasos del púlpito se etiquete a la mayoría de los ministros decentes y serios que hay en el país.
Adelante y éxito.
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