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3.07.2013

Porque no me gustan los blogs !SORRY!

Les quiero contar un acontecimiento cotidiano que ocurrió en la mañana. Mi esposito, "Prometeo" me iba llevando al, trabajo, y mientras, manteníamos una conversación sobre asuntos de interés actualmente. Entre tales, él me pregunta mi opinión sobre la postura del Secretario de Educación con respecto a las escolares de Ponce que tuvieron un episodio violento en estos días. Tuve que ser sincera con él y le dije: que el Secretario tuvo la postura que toda persona responsable tendría, pues no se puede hablar sobre lo que no se investiga. Pero él (Prometeo), esperaba más del Secre, pareceriera que esperaba que el Secretario agarrara la muchacha por la mano y la metiera presa. Parece que Prometeo no puede entender que los funcionarios encargados de eso son los policías y no el Secretario de Educación. Pero todos le piden la opinión al Secretario solo para criticarlo luego. Creo que lo que dijera el Secretario no tiene importancia, pues de todos modos lo criticarían dijera lo que dijera.

 Parece que el nuevo negocio de muchos y el entretenimiento de otros es pedir opiniones y dar opiniones. Por eso no me gustan los blogs. Y de hecho el periodismo de hoy día tampoco. Y perdón a los blogueros que leen a Prometeo. Es que estoy cansada de que todos quieran opiniones y opiniones. Opiniones del gobernador, opiniones de los senadores, opiniones de los alcaldes, opiniones de todos. Pues no se pretende indagar para informarse sino para tener algo que decir, algo que criticar. ¡Qué diferente era el periodismo de hace muchas décadas, cuando podíamos hablar de periodistas como el Sr. Irizarry y otros de tal calidad que sabían inquirir con respeto, mantenerse al margen de opinar y ser neutrales! Esos eran periodistas. Los blogs, en realidad, son periodismo (del de hoy) sin responsabilidad ni jefe.


¿Para qué opinar? Si se opina de lo que no se sabe, de lo que no se ha visto, de lo que no se siente y de lo que no se ha vivido. Recuerdo una vez que se juzgó con mucho rigor a un fiscal que dejó su hijo en el auto, ya que no acostumbraba llevar a su hijo a la escuela. En otras ocasiones se juzgan asesinatos, sentimientos, conductas. ¿Cómo se puede juzgar con tanta facilidad? Pues eso se hace, porque cuando yo no soy el que está en el bote, es fácil mandar a todos al agua. Daré un ejemplo bíblico, por eso de que es mi guía de vida. Lea la historia del rey David cuando emitió juicio frente al profeta Natán hasta que tuvo que decirle que el hombre que juzgaba era él mismo. Dicen por ahí, sólo quien menea la olla sabe qué hay en ésta.


Por eso, si yo quiero opinar, lo hago de mi propia vida, mis sentimientos, mi manera de conducirme (como lo hago en estos momentos), no de otros. Porque no se sabe la manera correcta de reaccionar a ninguna circunstancia hasta que nosotros mismos estamos en la circunstancia.

Por eso no me gustan los blogs, ni el periodismo insensato de hoy. Por eso no me gusta lo que hace Prometeo y no lo avalo. Porque se pierde mucho tiempo viendo a otros, y la vida de otros, mientras lo que sí te debe interesar explota a tu lado y no te das cuenta.

¿Sabes qué blogs sí valdrían la pena? Los que hacen reír, dan buenos consejos para vivir, los que te invitan a ser mejores personas, los que son de estilo pedagógico o simplemente te dan la oportunidad de divertirte. Hay muchísimos de ese estilo. Pero opinar, por opinar ¿qué sentido tiene? Hay cosas mejores que hacer. Espero que no me odien.

Con sinceridad, Mari, la esposa de Prometeo. P.D. Lo escribo porque sé que Prometeo no me clausurará, siempre deja que los demás difieran de él. ¡Eso es madurez!

 [Nota de Prometeo: Lo que yo escribí sobre el caso de Ponce lo pueden ver aquí.]

5 comentarios:

  1. Concuerdo con usted. A veces me enferma tanta crítica. No creo que tanta crítica ayude a construir algo positivo.

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  2. Que se aplique el cuento Prometeo...

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  3. Voy a coger unas vacaciones de bloguear...


    Adelante y éxito.

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  4. Bueno. Es cierto. A veces nos enfocacmos más en criticar que en ofrecer soluciones.


    Adelante y éxito.

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  5. Prometeo no podria clausurarla, a menos que la encierre I tire la llave. Pero es cierto tampoco la censuraria o boicotearia. Es un ejemplo de cordura I poder cinco.

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Comenta con libertad y recuerda que yo no tengo la razón y estoy dispuesto a aprender si me corrigen. Por favor no insulten.