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9.10.2015

Prometeo vs los fupistas: Parte IV: "Taijutsu y una Bola de fuego..."

En esta serie se narra la aventura que vivió un bloguero que estaba limpiando el Colegio Universitario de Cayey de una plaga conocida como la FUPI. Aunque esto ha durado más que una pelea de Dragon Ball Z hay que escribirla con detalles porque hay que ser responsables con la historia. Basado en hechos reales.
las nenas...

Mientras los fupistas lloraban como nenas y cantaban Verde Luz del autor dominicano Antonio Cabán Vale yo intentaba contener mi risa. Siempre me da risa los izquierdistas cuando se ponen sentimentales y pegan a cantar canciones "patrióticas" de gente que no son ni puertorriqueños como el italiano Tony Croatto y el dominicano Antonio Cabán Vale y el americano Roy Brown. Pero tenía que terminar esa pelea así que comencé a cantar "America the Beautiful" para interrumpirlos. En el nijutsu se me enseñó que la mejor manera de derrotar a un enemigo es metiéndote en su cabeza, si le haces perder la calma tienes un paso adelantado. Al parecer mi estrategia funcionó porque dejaron de llorar y comenzaron a rodearme nuevamente.

un peo y tres nocauts

Mientras nos preparamos para la próxima pelea uno de los gorditos que estaba muerto se le salió un peo (no le digan a mi pastor que escribí la palabra "peo" por favor). Algunos comenzaron a reirse pero yo nó. Yo respeto a los muertos aunque se vean chistosos a veces. "Por qué se ríen infelices" -- dije con indignación patrótica-- "es verdad que eran gorditos sin talento ni condición física pero eran guerreros. Reirse de un compañero de guerra es algo malo." Algunos de los fupistas bajaron la cabeza en vergüenza y ahí aproveché para meterle un uppercut a uno que lo hizo dar una vuelta en el aire y caer como trapo en la grama del campus. En eso el que estaba al lado comenzó a cuadrarse pero me giré y le pegué con un recto en la quijada que lo dejó loco y en el piso. Sabía que venía una detrás de mía así que le pegué con un back kick en el mismo pecho. Nadie sobrevive una patada mía...

El momento del Taijutsu

Era la hora de usar taijutsu, el arte ninja de la pelea cuerpo a cuerpo. Recuerdo que cuando mi maestro Francis Sama de Okinawa me enseñaba taijutsu se me hacía difícil el poder combatir. Yo no era muy bueno peleando al puño pero era ágil con las piernas. El me decía que me concentrara en desarrollar la fuerza de las manos porque las piernas eran para larga distancia. Ese día supe porque. No iba a ser fácil pelear contra... Pérate, ¿cuantos tumbé en el párrafo anterior? ¿Tres? OK. 19-3=16. ¡Ah, SI! me quedaban 16 personas para pelear. Estos eran más flacos y pero no se veían muy fuertes. Parece que el estar fumando yerba los tenía jalaos y debiluchos. Pero de todos modos si metían mano tenía que despacharlos. Taijutsu era lo que venía.

Dos de los muchacho venía hacía mí con un ataque combinado. Uno iba con una patada circular hacia mi cara y el otro con una barrida hacia mis piernas. Corrí hacía el que me iba a dar en la cara y lo agarré en una llave. Cuando alguien ataca con patadas si no tiene rapidez expone su cabeza porque por lo general bajan la guardia. Lo agarré y torcí el cuello como hacen en las películas. Eso no mata a nadie pero se veía cool así que se lo viré y el tipo se creyó de verdad que le había partido el cuello. El otro hizo una estrella hacia mí y me moví hacia el lado. Cuando terminó de dar la vuelta yo estaba detrás de él y le dí una clásica patada "tumbacocos" en los testículos. "Creo que no podrás reproducirte" -- le dije mientras se retorcía en el piso-- "La humanidad me agradecerá el haberla salvado de tu progenie".

Cinco contra 1

Dos menos, quedaban 14. Mientras yo peleaba el Che Jr. jugaba afeminadamente con su pelo y observaba la pelea. Sabía que iba a tener que pelear con él pronto... Esta pelea me estaba cansando y no podía gastar energía en pelear uno a uno así que les dije --"Vamos a hacer algo. Vengan cinco a la vez y después cinco más, ¿saben contar verdad? Tuve que preguntarle porque muchos fupistas yerberos saben cantar consignas de protesta en los piquetes pero no saben número ni nada de eso. Por eso se matriculan en clases de humanidades con profesores nacionalistas que al verlos pelús y barbús como ellos les regalan la nota y si los ven en huelgas y protestas les dan "A".

El Che Jr señaló a cinco tipos. Uno de ellos tenía los dientes como topo y no pude evitar decirle-- "¿Tenías que enviarme a Bugs Bunny a pelear? Yo no maltratao animales por favor." El muchacho dientú me miró con odio y corrió hacia mí, eso era lo que yo quería. Corrí hacía él y me agaché mientras dirigía mi puño derecho hacia su estómago. El tipo vomitó sobre el que tenía al lado y con el asco ese vomitó sobre el otro. "¡Ay fuchiiiii"-- dijeron los otros mientras hacían caras para vomitar. Los fupistas son así. Se pasan hablando de revolución y otras estupideces pero no tienen estómago. Los tipos pegaron a vomitar y el otro se desmayó. Tumbé a cinco con un solo puño. ESO ES TAIJUTSU.

Bueno solo quedaban nueve por alguna razón solo llegaron cuatro y los otros que se quedaron con el Che Jr. tenían el pelo largo como él y se estaban peinando unos a otros. Esto era terrible, fupistas y también afeminados. Por poco vomito yo pero  ahí estaban esos cuatro que al parecer tenían más destreza que lso anteriores porque se cuadraron con la pose de siete estrellas del mantis. Uno saltó con una patada voladora que casi me da. Me agaché pero por el lado derecho venía uno con una patada baja. Rodé hacia el frente y cuando me puso de pie sentí una patada en la espalda que me dejó mirando pal cielo y casi pierdo el balance. Estos tipos estaban peleando en combinación y sabían lo que hacían. La cosa iba a ser sería...

Ninjutsu...

Cuando un nija pelea comienza con lo más básico, el taijutsu. El ninjutsu y el genjutsu se usan para casos más fuertes. El taijutsu es el arte de la pelea cuerpo a cuerpo pero el ninjutsu es el arte de pelear sucio y es lo que caracteriza a un ninja. Con esta gente entrenada ninjutsu era lo que iba, no más.

Saqué un paquete de sal que tenía en mi bolsillo. Sabía que luego de esa patada en la espalda tenía que venir otro con un ataque para rematar. Cuando me viré en efecto venía el chamaco... Cogí la sal y se la tiré en la cara. Tan pronto esa sal le tocó los ojos comenzó a gritar como una nena, como siempre gritan los fupistas cuando les meten en la cara. Se estaba revolcando en el piso... Uno menos quedaban esos tres que asumieron una formación de ataque en grupo conocida como el fénix crepuscular. Muy rara pero es efectiva. Sabía que el primer ataque iba a ser para distraerme y el segundo era para pegarme. El tercero era para rematar.

El primer muchacho venía corriendo. No le iba a tirar sal porque ya había visto eso y en el arte de la guerra se enseña que la misma estrategia no se usa dos veces. Lo iba a esquivar y el segundo ataque también. Para poder coger a los trés en mi próxima técnica los necesitaba juntos para usar la menor cantidad posible de energía que iba a necesitar para pelear con el Che Jr y los pelús de pelos sedoso. Efectivamente el primer ataque fue un puño barrecampo el cual esquivé arqueándome hacia atrás. No iba a moverme de posición porque sabía que eso era lo que querían para poder conectar el segundo ataque. El primer muchacho quedó detrás de mí el segundo me hizo una barrida a los pies y ya el tercero venía a conectarme con una patada frontal porque el cuando yo brincara para evitar la barrida ese ataque era el que me iba a conectar. Yo no iba a dejar que eso pasara.

Esta vez iba a usar el "Hōsenka no Jutsu" (El estornudo del dragón), una técnica que usa fuego pero que n olo envía en una dirección sino alrededor. Como todos estaban cerca ahí saqúe el polvo fulminante y lo dispersé dando una vuelta. Rápidamente y antes que la barrida del tipo me conectara encendí el polvo dispersado con la piedra y me tapé la cara. Un gran círculo de fuego se prendió a mi alrededor y alcancé a dos de ellos en la cara. se les quemaron las retinas. El otro estaba un poco lejos pero con el resplandor quedó medio ciego. Comenzaron a gritar como mujeres en parto. Ahora solo quedaban cinco fupistas pelús.  ¿Con qué vendrían...?


En el próximo capítulo: "¡Sorpresa! Agua pa los gallos..."


Nota del escritor: No soy misógino ni lipógino. Amo a todo el mundo. Si usé el término de "mujeres en parto no era para burlarme. Las mujeres que paren son heroínas. Los hombres que gritan como mujeres en parto son patos.

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