Siempre recuerdo haber pasado por aquel negocio. Era de correos o algo así. La gente entraba con cosas y salía con cajas. "Pandora Packing Co." decía el letrero afuera. Con el tiempo aprendí que era una empacadora y fábrica de cajas pero el dueño diversificó y añadió el negocio de envío de paquetes y remesas. Así que empacaban y enviaban. Nunca cambiaron el letrero. Recuerdo cuando era pequeño ver las letras doradas sobre el fondo negro. Ahora las letras no brillaban tanto y el señor de la tienda tenía el pelo blanco. Ahora ya yo no pasaba a pie pa la escuela, pasaba en mi carro para el trabajo y veía el negocio cuando pasaba. Antes salían gente con cajas pero ahora tenían una guagua que salía de vez en cuando y supongo que salía con cajas también. El negocio parece que hacía arreglos para fiestas porque a veces veía que salía gente con cajas de regalo.
Un día iba a pie y necesitaba ir al baño. Entré a Pandora Packing y le pregunté al viejito si me permitía usar el baño. Me dijo muy amable que sí y me señaló una puerta al final de la tienda. De camino ví la variedad de empaqués que había: cajas grandes, medianas, pequeñas, cajas con diseños, cajas de colores. Nunca había visto tantas cajas en mi vida.
Estaba llegando al baño y cuando iba a entrar escuché unos pasos acelerados detrás de mi era alguien corriendo, era el viejito. Yo me asusté porque creí que alguien venía a atacarme o algo. Iba corriendo con una caja en la mano. Salió por una puerta y entró por otra puerta de lo que parecía ser un almacén en la parte de atrás. Se veía agitado mientras corría. Se veía asustado con esa caja en la mano. Yo me quedé mirando por la ventana, hasta las ganas de ir al baño se me pasmaron con eso que ví. ¿Qué l ehabrá pasado? Estuvo un rato. La puerta del almacén permanecía cerrada. Luego de como 3 minutosse abrió la puerta y saió el viejito.
Salió y la cerró con llave. Se veía aliviado.
Salí del negocio y le dí las gracias al señor. Me fuí a casa y me quedé pensando en el viejito corriendo con la caja. ¿Qué llevaba? Recuerdo que desde pequeño veía el negocio y al señor pero no me llamaba la atención para nada. Ahora tenía una curiosidad por ver que era aquello que tenía en la caja. ¿Porqué corría así?
Pasaron varios días y volví a pasar por el negocio. Entré y saludé al amable señor y le pedí nuevamente si me dejaba ir al baño. El me dijo que sí. Pasé nuevamente al baño pero me quedé mirando y esperando para ver cuando el viejito no estuviera a la vista. Salí del baño bien suave y me dirigí a la puerta que daba a la parte de atrás del negocio.
Al salir vi un enorme almacén que no se podía ver desde la calle. De hecho era extraño que no se pudiese ver desde la calle si era más grande que el edificio de las cajas. Me acerqué a la puerta y noté que estaba cerrada pero el candado estaba abierto.
Estuve un rato pensando en lo que iba a hacer y no sabía ni porque lo estaba haciendo. Moví la puerta y entré. Allí dentro habían cajas, cientos de cajas, algunas en orden y otras en desorden algunas estaban sobre otras. Todas las cajas estaban selladas. El almacén era enorme, más grande de lo que se veía afuera.
Todas las cajas estaban selladas pero ninguna tenía destinatario ni remitente. Era obvio que estaban listas para ser enviadas a algún lado pero no tenían nada, ni siquiera un número que las identificara. Seguí caminando hacia la parte de atrás del almacén. Cajas y más cajas. Unas sobre otras y algunas en desorden. Estas cajas tampoco tenían nada que las identificara. Conforme iba caminando hacia la parte de atrás del almacén noté que la luz era menor. Cuando llegué a la pared del fondo tenía un número escrito, 1989...
Debajo del número escrito en la pared había una caja. La caja decía: "Amanda. diciembre 9 del 1989". Era la única caja escrita. Miré las cajas alrededor y me dió con tomar una y moverla. la sacudí un poco para ver si había algo adentro, en efecto, si había algo cuando la moví. Pero cuando dejé de moverla lo que se movió adentro siguió moviéndose. ¿Había algo vivo ahí? La caja siguió moviéndose y moviéndose. Yo comencé a alejarme y entonces dejó de moverse. Cuando terminó de moverse yo me acerqué nuevamente y la toqué con la mano.
Seguí moviéndome hacia la parte frontal del almacén y tomé otra caja y la moví. Esa comenzó a moverse más fuerte que la anterior y hacía un ruido como si lo que estuviera adentro fuera un animal rabioso o algo así. Me alejé de esa caja. Luego toqué otra y esa se movió pero no tan violentamente como la primera o la segunda. Me dio curiosidad y decidí abrirla. Saqué lentamente el tape y cuando iba a mitad algo salió entre la ranura de las tapas y terminó de sacar el resto. Aquello no era una mano. Parecía una pata porque no tenía dedos pero tampoco tenía garras. De momento lo que estaba adentro salió. Era una figurita negra con piernas y brazos. Tenía el tamaño de un gato. Comenzó a correr y yo a alejarme corriendo de ella pero no corrió hacia mí. Corrió hacia otra caja y comenzó a arañarla hasta que le hizo un roto y por ese roto salió algo como una mano pequeña pero era roja. Destrozó la caja y salió otra figurita roja como la primera que era negra pero hacía resoples como de un animal rabioso. La negra salió corriendo a buscar otra caja y la abrió y la roja hizo lo mismo. De otra de las cajas salió otra figura pero estaba hecha como de agua y hacía un ruido de llanto y sollozo. De otra caja salió otra figura que parecía casi tranparente y hacía ruidos como suspiros y suspiros. Cada que que salía una figura corría hacia una caja a abrirla.
Yo no sabía que hacer. Estaba envuelto en cientos de figuritas que corrían de un lado a otros y las cajas seguían destrozándose. Se formó una algarabía de gritos, gruñidos, suspiros y sollozos. habían pedazos de cajas volando por todas partes y más figuritas saliendo. Noté que algunas de las figuritas de agua tenían un color negro y otras un color rojo. Era como si estuviesen mezcladas. El ruido era fuerte. Yo estaba asustado ante tanta cosa corriendo y rompiendo cajas. Todas corrían alrededor mío pero era como si yo no estuviera allí. De repente todas las figuritas se detuvieron e hicieron silencio. Se dieron una vuelta como si fueran un ejército en orden y miraron a la puerta de salida. Todas comenzaron a correr hacia la puerta y la derribaron. Salieron fuera del almacén que estaba hecho un vertedero de cajas hechas pedazos. Entraron en el negocio de golpe como un ejército invadiendo y de momento escuché al viejito gritando: "¡AMANDA! ¡AMANDA! ¡AMANDA! ¡AMANDA!" y luego lanzó un grito de rabia intensa. De repente escuché que comenzó a llorar con un llanto tan incontrolable y profundo que reverberó en mi y me dieron ganas de llorar. Luego comenzó a rabiar y a maldecir mientras gritaba : "¡AMANDA! ¡AMANDA! ¡AMANDA! ¡AMANDA!". De momento dejo de gritar y no se escuchó nada más...
Salí del almacén y miré al vieijto que estaba tirado en el suelo detrás de la caja registradora que quedaba frente a la entrada. Dos o tres personas salieron corriendo y la primera que lo miró se desmayó. La otra miró, se persignó y salió corriendo a la calle. Me acerqué lentamente al viejito ue estaba allí tirado. Estaba muerto. Pero cuando miré la cara tenía una mueva, una mueva horrible que era una mezcla de dolor, rabía, tristeza y melancolía. Todavía al día de hoy recuerdo esa mueca.
Ya alguien había llamado a la policía y a la ambulancia. Yo salí corriendo nuevamente al almacén.
Cuando entré estaba el reguero de cajas destrozadas. Caminé hasta el final, donde estaba la pared que decía "1989". Allí debajo del número estaba la caja que decía: "Amanda. diciembre 9 del 1989". Era la única caja que no había sido abierta ni destrozada. No me atreví a abrirla...https://www.facebook.com/notes/michael-castro/el-almac%C3%A9n-de-las-cajas-rabiosas/10153558827793554
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