Hace un tiempo atrás leí Moby Dick, la historia de un capitan obsesionado con una ballena blanca a la que quiere matar para vengarse porque en un encuentro anterior le había arrancado una pierna. La novela es rica en narración y detalles marítimos y abunda en metáforas marinas y la vida. Pero fue uno de los capítulos el que más se me quedó en la mente, "La Aguja".
El sol sale por el este
El Pequod, la nave en la que viajaban los marinos, había sido azotado por una tormenta la noche anterior. Luego de pasada la tormenta el Capitan Ahab se acostó a dormir y se levanta por la mañana oliendo el aire y recitando versos y comparando su nave con una carruaje que iba arrastrando el sol porque tenía el sol a sus espaldas. De momento se detuvo y corrió donde el timonel que estaba manejando la nave y le preguntó "¿en qué dirección vamos?". El timonel le contestó que iban al sureste. Ahab le dio un puño al timonel y le dijo "¿Como vamos a ir al sur este si tenemos el sol a nuestras espaldas?".
El sol siempre sale por el éste
En tiempos antiguos antes que se inventaran los modernos instrumentos de navegación la manera para navegar era observando las estrellas y el sol. El sol siempre ha salido por el este así que si se está navegando por la mañana se supone que se estuviese de cara al sol. ¿Como era posible que el timonel se equivocara? La novela nos narra que el timonel se estaba dejando llevar por el compás y el compás decía que iban al este a pesar de que iban en dirección contraria. Los marinos de antes y los de ahora dependen de muchos instrumentos para navegar y ubicarse, el compás es esencial. Pero en aquel momento el compás indicaba algo contrario al sentido común y a la naturaleza. El capitán Ahab miró el compás y notó que en efecto estaba señalando al este. Entonces recordó la tormenta de la noche anterior y recordó los rayos que caían. Los rayos habían causado que la polaridad de los compases se invirtiera e indicaran la dirección contraria, el norte era el sur y vice versa. El compás decía lo contrario porque su aguja se había descontrolado a causa de la tormenta. Pero el timonel confiaba tanto en aquel compás que ignoró la realidad y el sentido común y navegó en dirección contraria.
Ahab pudo retomar el rumbo haciendo un nuevo compás magnetizando una nueva aguja. El Pequod tenía nuevamente un sentido de dirección correcto.
Miren más el horizonte y menos el GPS
La tecnología es algo bueno pero en ocasiones dependemos tanto de ella que perdemos de vista la realidad y pasamos por alto el sentido común. Como parte de mi trabajo he tenido que tomar varios cursos de navegación marítima y entre ellos el uso de las cartas náuticas, los mapas del mar que indican donde está uno ubicado. Tengo que usar papel y lápiz para hacer cálculos y cuando salga a navegar tengo que mirar el compás pero también el sol y de noche las estrellas para poder ubicarme. En una embarcación se puede tener un GPS que te presente las cartas náuticas pero también se tiene que usar la vista y los ojos. En los cursos de navegación se enfatiza en el uso de la vista y los ojos pues muchas veces por mirar los instrumentos y confiar demasiado en ellos han ocurrido accidentes. ¿Usted ha leído de los recientes encallamientos de naves que han ocurrido? La mayoría de esos accidentes han ocurrido por confiar demasiado en los aparatos electrónicos y el descuido.
De día se tiene que mirar el sol y el horizonte de noche hay que mirar las estrellas para saber y tener una idea de donde está uno localizado. El sol y las estrellas estuvieron antes que los compáses, sextantes, cuadrantes, y los modernos GPS. Es conveniente mirar las cartas náuticas pero sobre todo hay que conocer las aguas por las que se navega para evitar encallar. El conocimiento personal y la experiencia es el mejor instrumento que tiene un navegante en el agua. Pero muchas personas modernas confían más en el GPS e ignoran que ese aparato puede tener un margen de error de hasta 7 u 8 metros y que en ocasiones ese margen se puede ampliar por las condiciones atmosféricas. Pero confían tanto en el GPS que no es hasta que encallan o sufren algún accidente que se dan cuenta que su aparato electrónico en el cual tanto confiaban les falló. No son raros los casos donde una embarcación ha encallado y el GPS dice que el banco de arena o arrecife con el que encalló no está ahí.
Las agujas de hoy día...
Hace un tiempo atrás leí un artículo acerca de como Google está causando que ésta generación haya dejado a un lado el uso de su cerebro. Ya no se va a las bibliotecas a buscar información ni se pasa por el proceso de investigar. La mayoría busca en Google y cogen el primer resultado y con eso creen que ya tienen información. Google, Yahoo y otros buscadores son el compás moderno de esta generación y lámentáblemente ese compás tiene problemas. Estamos confiando tanto en el compás que hemos dejado de lado el sentido común y el pensamiento crítico. Lo que diga Google es la verdad y no se cuestiona, ni se confronta, ni se verifica.
Pero algunas personas tienen unos compases más defectuosos aún, como Facebook, Twitter, y otras redes sociales. Se dejan llevar por lo que se comparte y se ve ahí. No confirman lo que leen ni siquiera lo cuestionan. Ahora se ha dejado de lado la realidad y el sentido común y se ha sustituido por la cantidad de likes y shares que tenga un artículo.
Lo más preocupante de lo que se está viendo hoy día en ésta generación que no quiere pensar es que para ellos la verdad está en las redes, su compás son las redes y gente ese compás está bien dañado. Ese compás está desmagnetizado desde que se hizo porque su polaridad depende no de las verdades absolutas ni del sentido común sino de la tormenta de likes, comentarios y cambiantes e inestables opiniones. Ese compás también está siendo manejado por los dueños de las redes para que señale a donde ellos quieren.
El timonel en barco de Ahab dejó a un lado la experiencia y el sentido común. El sol estaba en el éste pero el confió en el compás y llevaba la nave en dirección contraria. El compás de hoy día está constántemente cambiando y la gente está como el timonel de Ahab ignorando al sol y la experiencia. Nos hace falta un puño que nos haga corregir...
Notas
1. El día 4 de febrero de 2016 el sistema de posicionamiento global (GPS) sufrió una avería de doce horas que causó que miles de compañías que dependen de esa tecnología sufrieran pérdidas.
2. Página del gobierno advirtiendo sobre la desviación de los sistemas de GPS.
3. El campo magnético de la tierra no está alineado al norte. Hay una desviación de varios grados. Por eso se hace referencia al norte verdadero y al norte magnético. En los cursos de navegación se enseña a compensar esa desviación para seguir el Norte Verdadero.
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