Recuerdo cuando me criaba y llegaban las navidades. Explotábamos petardos y hacíamos bazukas con bencina. El que más ruido hiciera ganaba. Algunas veces prendíamos un petardo y después que quemaba la mecha no explotaba. Molestos con haber perdido un fósforo y decepcionados al no ver la explosíon decíamos con disgusto "salió pato".
Entre sus acepciones la palabra pato significa "persona que es víctima, incauto".
Como expresé ayer la palabra pato no es una que se deba usar para referirse a los homosexuales (comunidad LGBTT). Ese término por su definición le cae al país de Puerto Rico.
Un país donde los patos son mayoría.
Puerto Rico ha sido una colonia desde que Cristobal Colón puso el primer pie en este país. En ese momento aquellos indios se llevaron la gran decepción al ver como los dioses con barba los sometían a la esclavitud. Desde entonces no hemos dejado de ser pisoteados. En 1898 hubo un
cambio de dueño cuando los españoles le regalaron esta colonia a los americanos como botín de guerra. Habrase visto mayor insulto.
En los años de la nueva colonia hemos visto como dos partidos se han turnado la administración de la colonia donde la gente cree que manda porque pueden votar por un "gobernador". Eso es ser incauto. Eso es ser pato. Han habido momentos en los que puertorriqueños con conciencia se han levantado a luchar contra los colonizadores. Hubo un Grito de Lares que fue apagado por unos
patos que los chotearon y no permitieron que este país se convirtiera en uno independiente. Por allá en el centro de la isla casi a mitad del siglo 20 se suscitó la revuelta que hizo mucho ruido pero por los patos cobardes que servían de lacayos a los colonizadores no tuvo éxito. Hubo una lucha en donde Puerto Rico salió de su patería momentáneamente, en Vieques, cuando por primera vez se unió este pueblo y con la iniciativa de Rubén Berríos se creo uno de los movimientos de resistencia civil más significativos y que logró sacar a los abusadores de la marina de la Isla Nena. En ese momento fuimos un país.
Pero la patería no se ha quitado. Los líderes de este país le han hecho crer a la gente que no pueden, que luchar no vale la pena, que es un apérdida de tiempo el protestar. Criminalizaron las huelgas y los sindicatos patos se entregaron cuando cedieron el derecho a la huelga a cambio de "Representación Exclusiva" y convenios que solo favorecían a los seudo-líderes sindicales.
Al día de hoy con la Ley 7 encima todavía los sondicatos no se atreven a declarar una huelga general,
que patos son.
Luego del Paro del 15 de Octubre no se ha hecho nada más. Eso es ser bien pato.
Cuando escucho gente decir
"tenemos que hacer lo que diga el gobierno" pienso para mis adentros "¡que pato!
Hace poco hablaba con unas personas y me salieron con eso de que
"aquí no se puede sembrar, la agricultura no es una alternativa para esta isla", patos, patos , patos.
Cuando veo a una prensa que no se atreve a preguntar incisivamente, a coger a Fortuño en una conferencia de prensa y repetirle la pregunta hasta que conteste, pienso,
"que prensa mas pata".
Cuando veo a la gente votar en masa, como reses, por el que le diga varios embustes creíbles veo patos en masa.
Cuando un independentista presta su voto para sacar "al malo" se convierte en un pato.
Los populares que quieren mantener a este país en un limbo político son unos patos.
Los penepés que votaron por Fortuño y ahora se arrepienten son unos patos.
Todo aquel puertorriqueño que solo se dedica a velar por lo suyo y no le importa este país es un pato.
Todo puertorriqueño que no tiene el coraje de atreverse a protestar contra el abuso es y seguirá siendo un pato.
En este país la mayoría, la gran mayoría son patos. Un país que no se atreve a ser independiente, a luchar por lo suyo, que tiembla ante los políticos, que acepta los abusos y no se queja al menos, que se conforma con hacer
un solo paro nacional. Esto es un país PATO.
Quedan excentos de esta diatriba todos aquellos buenos puertorriqueños que en algún momento han hecho algo para enderezar este país. Quedan excentos los que están inconformes.
Si en algún momento este país sale de su patería imprimiré esta entrada y me la comeré en un acto público.