"Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba." 1ra. Samuel 17:33-35
Es común enseñarles a los niños la historia de David cuando venció al gigante Goliat. Sin embargo, usted debe notar que cuando David siendo sólo un muchacho venció sus temores para enfrentarse a Goliat, hubo un gigante mayor que se le puso de frente. Éste fue el rey Saúl, quien reaccionó diciéndole:
1) Tú no puedes
2) Tú eres muchacho (tú no puedes)
3) Él es un hombre de experiencia (tú no puedes)
Eso sí es un enemigo. De tres maneras diferentes Saúl quiso hacerle ver a David que no podía. ¿Pero qué hizo David? Sacó de los ahorros que tenía guardados y dijo:
1) Tú siervo era pastor (yo sí puedo)
2) Yo defendía las ovejas (yo sí puedo)
3) Salía yo tras él, y lo hería (yo sí puedo)
4) Si se levantaba contra mí, [parafraseando] si que le iba mal (yo sí puedo)
David venció al enemigo "No puedo" con un arma poderosa, las palabras "Yo si puedo". Nunca faltará quien te quiera hacer sentir inferior, quien menosprecie tu trabajo o tenga en poco tus habilidades. No esperes que los demás confien en tí. Tienes que confiar tú en ti mismo.
No te pierda MAÑANA: parte II- Los tres enemigos del hombre
por hesione