Comencemos por dejar claro algunas cosas. Dios no da explicaciones de lo que hace. Por eso mucha gente deja de creer en Él cuando las cosas que le pasan no hacen sentido. Otra cosa que debemos tener clara es que Dios es Dios y tiene sus prerrogativas divinas y en eso no me puedo meter ni yo ni nadie. ¡Ahh! antes que se me olvide, estoy partiendo de la premisa de que Dios existe lo cual creo plenamente. Finalmente, hay cosas que están envueltas en misterio que solo se entenderán el día que este mundo se acabe y veamos a Dios cara a cara.
Hace un tiempo escuché un profesor de teología decir que el hombre estaba predestinado a pecar porque de haber permanecido eterno sobre poblaría la tierra. Esa fue su explicación a la pregunta "¿Porqué si Dios sabía que el hombre iba a pecar puso el árbol de la ciencia del bien y el mal en el huerto?" Como toda teoría religiosa, la que presentó el profesor tiene sus puntos válidos y sus puntos débiles. Yo difiero de esa teoría porque de haber sido así Dios le hubiese dado una clase de planificación familiar a Adán y a Eva y era más sencillo. La teoría del profe no pasó mi exámen de lógica.
Hace un tiempo mientras estaba dando una clase a los jóvenes de la iglesia llegamos entre todos a una conclusión: El árbol de la ciencia del bien y el mal estaba en el huerto para validar el regalo más grande que Dios le dió al hombre, el libre albedrío.
De todas las criaturas que Dios creó, el hombre fue la única que hizo con sus propis manos. Cuando Dios creó al hombre lo puso a cargo de todo el resto de la creación y en ese aspecto hemos hecho un mal trabajo. Cuando Dios creó al hombre le dió lo que se conoce como el libre albedrío, la capacidad para escoger entre opciones basado en su raciocinio y no en impulsos. Los animales y el resto de la creación toman decisiones basadas en impulsos básico como hambre, sed, y sexo. El ser humano se supone que se comporte mejor que un animal y tome sus decisiones tomando en cuenta en las consecuencias que estas acarrean y en el beneficio que puede derivar. La lógica lleva al ser humano a decidir también moralmente, lo bueno y lo malo. Para los que creemos en Dios las decisiones que tomamos las hacemos tomando en cuanta si agradan o no al Creador.
Cuando Dios puso al hombre en el huerto del Edén le dió instrucciones claras y precisas. Dios quiere que el hombre lo ame pero ese amor no es basado en puro instinto. No somos como los animales que ante un estímulo reaccionan. Si fuese así en nuestra relación con Dios entonces la adoración a Él sería automática y no habrían ateos. El amor que Dios quiere debe ser genuino y no forzado. Yo no sé usted pero yo no me sentiría bien sabiendo que tengo alguien que me quiere solo porque no le queda otra alternatva. Es así con Dios. Para validar el regalo del libre albedrío Dios puso en el huerto aquél árbol. Si el hombre iba a amar a Dios lo iba a hacer voluntariamente y en ese momento su amor iba a ser producto de la obediencia a quella simple instrucción.
Si se le da un regalo a alguien y no se le permite usarlo, ¿se le está dando un regalo? Imagínese que le dan una camisa pero le dicen que no puede usarla, ¿para que se la dieron entonces? Eso pasó con el libre albedrío. Cuando Dios le dío al hombre la capacidad para amarlo voluntariamente tenía que permitirle al hombre escoger hacerlo o no. Eso fue lo que le dió validez al regalo del libre albedrío. Cuando el hombre decidió no obedecer a Dios estrenó el regalo del libre albedrío de la forma incorrecta y ahora pagamos las consecuencias. Aún así Dios nos permite ejercitar el libre albedrío, la capacidad de escoger, permitiéndonos amarle obedeciendo su Palabra o no. La decisión es nuestra.
¿Como usamos el regalo del libre albedrío? Algunos lo usamos siguiendo a Dios y otros lo usan no siguiéndolo ni creyendo en él. Los dos grupos disfrutamos de nuestra decisión al hacer uso de nuestro regalo solo que de formas diferentes. Los ateos que no creen en Dios deben saber que están usando su regalo y deben darle gracias por eso pero claro, no creen en Él así que, ¿a quién le darán gracias por la capacidad de escoger?
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