Anteriormente vimos como el salmista representa en el Salmo 23 el tiempo difícil como un valle de sombra de muerte. En este salmo hábilmente se representa la prueba como un pozo de desesperación y lodo cenagoso. Pozo de desesperación, porque cuando pasas circunstancias que no puedes controlar te desesperas, te confundes, tratas de pensar en otras cosas y por más que lo intentas tus pensamientos vuelven a caer en lo que no quisieras ni siquiera recordar, no sabes qué hacer ni cómo terminar con la situación. Si eres una persona de oración pasarás por la experiencia de que no puedes hacer que tus pensamientos se mantengan en un solo lugar. Es como una autopista donde los autos son cientos de pensamientos y no puedes detener a ninguno.
Muchos obtan por suicidio, otros por matar la persona causante de esto, otros por la violencia. Por eso se vuelve un lodo cenagoso, del que se te hace difícil salir, del que no ves como salir sino solo embarrado. Pero Dios tiene un mensaje para tí en su Palabra:
- Espera "Pacientemente esperé a Jehová."
- Clama "Y oyó mi clamor.
¿QUÉ VAS A ESPERAR?
"¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios."
- La respuesta de Dios "Y se inclinó a mí."
- Dirección "Enderezó mis pasos."
- Alegría "Puso luego en mi boca cántico nuevo."
"¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios."
No mires lo que te hacen sino lo que Dios quiere hacer por ti.
por hesione
por hesione