Hoy estuve en el funeral de un querido amigo quien murió a la joven edad de 50 años.
Fue un momento fuerte al enterarme de su muerte cuando mi esposa me llamó para decirme la noticia, "se murió José Luis". En el momento que me avisó yo estaba en la escuela y cuando entré al salón a dar clases tuve que luchar para controlar la voz aguantar las lágrimas. La vida es corta pero en su caso fue tan corta.
Recuerdo cuando vivía en Caguas el día que mi carro se me dañó la primera vez. Para ese tiempo yo estudiaba en la universidad y tenía dos trabajos. Mi esposa también estudiaba y teníamos a los niños pequeños aún. Mi suegra nos estaba ayudando con la casa y nos dejó vivir en los altos son pagar renta por un tiempo. Ese día mi carro, como en muchas otras ocasiones no quería prender. Allí levanté yo el bonete y comencé a mirar sin saber que estaba mirando. Entonces llegó José Luis. Se presentó y me ayudó a arreglar el carro, era una sencillez. Mi esposa ya lo conocía porque ella se había criado allí, para mi era la primera vez que lo veía.
Allí en la calle Jose Luis era la persona más contenta que se podía ver. Siempre estaa sonriendo y dispuesto a ayudar. Muchos de los vecinos allí de una u otra manera fuimos ayudados en algún momento por José Luis. Si era algo roto en la casa o una goma vacía José estaba allí dispuesto a ayudar. José Luis era el mejor vecino que se podía tener.
A veces ayudaba demasiado. Un día me preguntó si yo había llamado a la Autoridad de Energía Eléctrica para desganchar un árbol de china qu ehabía frente a casa y que estaba tocando los cables. Le dije que sí pero esperar a que llegaran tomaría tiempo. Me preguntó que si podía desgancharlos él. Yo le dije que no se arriesgara que esperara pero como lo conocíamos sabía que él ia a seguir insistiendo hasta que le permitieran ayudar. Bueno, le dijomos que sí y se puso manos a la obra. Su esposa no estaba de acuerdo pero él insistía. Allí comenzó a dar machetazos a las ramas y en una tocó el cable... Yo solo escuché el ruido de los chispazos pero no ví nada. Salí corriendo y la esposa le decía que se bajara y dejara eso, fue la primera vez que hizo caso sin protestar.
Allí en la Dr. Rufo nadie podía decir nada malo de Jose Luis. Todos los días se levantaba para su trabajo y por las tardes se ponía a mecanear en su carro o en los de los vecinos, siempre estaba haciendo algo por alguien.
Era un hombre de familia. Siempre estaba al frente de su casa, tomándose un refresco y hablando con la gente que pasaba. Siempre salía con su esposa. Era un hombre sencillo. No tenía lujos pero lo que tenía lo tenía bien cuidado.
Hoy en su sepelio me tocó decir unas breves palabras. Solo pude decir que José Luis fue el meojr vecino que alguien podía tener y cité Proverbios 27: 11: "
Más vale vecino cerca que hermano lejos." Los amigos y famliares que allí estaban asintieron, José Luis fue el mejor vecino que hayan tenido en la vida. Él hacía que valiera la pena vivir en el medio del bullicio del pueblo de Caguas con su disposición a ayudar siempre. Fue un ejemplo digno de imitar.
Al final cargué junto a otros amigos el féretro y lo despositamos en su última morada. Lloré y le dije a mi hijo, que él era el mejor vecino que se podía tener y que imitara su ejemplo el día que le tocara vivir en algúna comunidad yo estoy imitándolo.
Que en paz descanse el amigo y buen vecino José L. Morales. Su esposa e hijas tuvieron al mejor esposa y padre que haya pasado por la tierra. Dios las bendiga y les dé fuerzas en estos momentos difíciles.