En estos días encontré otro buen ejemplo de Singapur. Recientemente el país decidió destruir todos los libros de niños con cuentos gay para defender los valores familiares.
Este tipo de acción tiene una lógica saludable. Exponer a los niños a literatura homosexual les puede causar confusión. Es mejor esperar a que crezcan y cuando ya sean maduros tomen la decisión de si quieren o no practicar el homosexualismo.
Enseñarles cuentos de homosexualismo a niños tiene la intención de crear en ellos la impresión de que eso está bien cuando la realidad es que ese estílo de vida conlleva unos riesgos a la salud y la vida.
Singapur además de tener una sólida economía mantiene una fuerte postura en pro de la familia tradicional y no expone a sus niños a temas de adultos. Singapur está cuidando que su población infantil viva su niñez y si ya cuando sean adultos y tengan información de los riesgos que conlleva el homosexualismo y aún así desean practicarlo pues que lo hagan de manera informada y no siendo inducidos por personas con malas intenciones que quieren convertirlos en homosexuales.
Jay Fonseca se pasa diciendo que cojamos de ejemplo a #Singapur. Le voy a dar la razón esta vez. Felicitaciones a Singapur por tan buen gesto y hagámosle caso a Jay y no permitamos esa basura en nuestras escuelas.
Este tema lo empecé originalmente en Facebook pero me amenazaron con reportar mi cuenta por "incitar al odio". Si siguen el enlace y no lo ven ya saben que pasó.
Aquí les dejo la imagen de la amenaza de reporte:
Gente que no cree en la libertad de expresión |
La doña nos se rinde. Ahora pide refuerzos...