Imagínate tener un problema tan grande pero tan grande que no quieres resolver y lo ignoras como si no estuviera pasando. A eso se le conoce como un elefante...
La ciencia pretende descartar la religión como una fuente de conocimiento a la hora de establecer el origen de la vida y la existencia. El método científico es para los científicos su biblia y la razón su "dios". Pero al parecer no le estan haciendo mucho caso a su "dios" cuando de ver lo obvio se trata.
Hace un tiempo atrás el astrofísico Fred Hoyle, un ateo prominente, decidió retractar su postura ateísta y convertirse en agnóstico, una persona que está entre creer y no creer, cuando descubrió algo sobre la teoría del Big Bang. Esa teoría es la que dice que el comienzo del universo se dió por medio de una inexplicable explosión que no se sabe que la provocó ni porque la provocó el que le haya provocado. Claro, los científicos en su razonamiento dicen que el evento se causó a sí mismo.
Los científicos hoy día en su afán por descartar a Dios como la causa de todo lo creado han llegado incluso a dar como por cierta la hipótesis de que las cosas que vemos sucedieron producto del azar. Como si una explosión pudiera crear vida. La razón nos dice que todo tiene una causa y que ahí donde vemos simetría, orden, movimiento o mecanicismo debe haber algo o alguien que lo haya diseñado o lo haya puesto en marcha. Si usted ve un reloj en el suelo es lógico que concluya que ese relój lo hizo un relojero. Ver orden nos debe llevar a deducir un ordenador detrás del orden.
El Dr. Hoyle, un científico renombrado de Inglaterra, llegó a la conclusión de que éste universo no puede haberse formado como producto del azar. Otros como él han llegado a la misma conclusión pero pocos se atreven a verbalizarlo pues existe en la comunidad científica una especie de "mafia" en la cual el que mencione o sugiera la posibilidad de un ente creador debe despojársele del acceso a la academia para que no propague esas ideas.
Sobre las leyes de la ciencia:
“Una interpretación juiciosa de los hechos nos induce a pensar que un superintelecto ha jugado con la física, la química y la biología, y que en la naturaleza no hay fuerzas ciegas dignas de mención. Las cifras obtenidas a
partir de los hechos me parecen tan rotundas que convierten esta conclusión en casi incuestionable”.
Sobre el origen del universo
"El origen del Universo requiere una inteligencia’, una “inteligencia a una escala mayor”, ‘una inteligencia que nos precedió y que decidió conformar, como un acto deliberado de creación, estructuras idóneas para la vida’.
"Resulta evidente que se ha olvidado una componente en los estudios cosmológicos. El origen del Universo, como la solución del cubo de Rubik, requiere una inteligencia”.
Sobre la física:
“No creo que científico alguno que examine las pruebas pueda llegar a otra conclusión que esta: las leyes de la física
nuclear se han formulado a propósito”.
Sobre la bioquímica:
"La lista de [...] aparentes accidentes de naturaleza no biológica, sin [los] que no existiría la vida basada en el carbono y tampoco la humana, es larga e impresionante”.“Estas propiedades se van prodigando en el mundo natural como una madeja de accidentes afortunados. Existen tantas coincidencias esenciales para la vida, que debe haber alguna explicación para ellas”.(Páginas 219,220)“El problema consiste en decidir si esas sintonías, al parecer coincidentes, son o no accidentales. A ningún científico le gusta tener que formularse esa pregunta, pero hay que plantearla: ¿podrían esas sintonías haber sido fijadas por alguna inteligencia?”.
Sobre el origen de la vida:
"No sé cuánto tiempo pasará antes que los astrónomos en general reconozcan que no puede haber llegado a existir aquí sobre la Tierra por procesos naturales el arreglo combinatorio de ni siquiera uno de entre los muchos miles de biopolímeros de los que depende la vida.” [...] “Promueven la idea de que dentro de la naturaleza, más allá de la física normal, hay una ley oculta que ejecuta milagros (con tal que los milagros ayuden a la biología) . . . La noción de que no solo los biopolímeros sino también el programa que funciona en una célula viviente podían llegar a existir por casualidad en una sopa orgánica primordial aquí sobre la Tierra evidentemente es un disparate de primer grado.”
Éstas aseveraciones hechas por un científico que no es religioso son las cosas que ponen en tela de juicio las teorías de la ciencia que hoy pasan como doctrinas sagradas en los libros de texto de las universidades. ¿Está siendo la ciencia honesta al dejar de lado estas cuestiones y solo presentar un lado de su versión solo para adelantar la causa humanista de borrar de las mentes la existencia de Dios?
Ignorar estas preguntas es como el que se sienta en una sala mientras tiene un gran elefante en el medio haciendo ruido pero lo ignoran como si por ese hecho se fuera a ir.
El gran elefante...
Antonio Cruz, un biólogo y teólogo español habla sobre este elefante en su libro "¿La ciencia encuentra a Dios?":
Acerca de la vida:
Exsite un elefante en los laboratorios científicos y centros de investigación llamado "diseño inteligente" (la hipótesis [teoría para algunos] que postula que detrás de lo que se observa en la naturaleza hay señales de inteligencia que algunos identifican como Dios). Pero la mayoría no lo quiere ver porque les han dicho que cualquier hipótesis que conduza a admitir la existencia de Dios no puede ser científica. Sin embargo la molécula de ADN no apareció por casualidad sino que fue planeada por alguien."
Sobre la química:
Acerca del neutrón se puede decir lo mismo. Si su masa se redujera en tan solo un 0.1% los protones se convertirían en neutrones provocando que las estrellas del universo colapsen formando agujeros negros o estrellas neutrónicas. Para que la vida en la tierra sea posible los neutrones de todos los átomos deben tener el ajuste preciso de masa que poseen.
Sobre la teoría de la evolución:
Si el gato y el perro derivaron de un antepasado común, como nos dice el darwinismo, ¿donde está la colección de fósiles graduales que debió existir entre el ancestro y el gato, y el ancestro y el perro por otra? Esta cuestión de los eslabones perdidos , que tanto preocupó al mismo Darwin y que él atribuyó a la imperfección del registro fósil, ha sido finalmente admitida por los paleontólogos evolucionistas y algunos han respondido que tales fósiles intermedios no se han encontrado, porque nunca realmente existieron.
Como vemos, la ciencia no puede deshacerse de ese elefante pues mientras exista gente con uso de razón simpre se harán las preguntas que cuestionan las teorías que los científicos defienden a ultranza.
Fuentes consultadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Fred_Hoyle
http://es.wikiquote.org/wiki/Fred_Hoyle
Ramsay, Richard. "Certeza de la Fe", Editorial Clie. 2006
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