republicano de Fortuño ha hecho realida el sueño mojado de los
bonistas e inversionistas. Hoy muchos que votaron por él han sido
botados. Hoy quedan en la calle sin esperanza no plan médico 16,000
padres y madres de familias.
Gente esto es una emergencia. Es un día de duelo. Es una bofetada en
la cara de aquellos que le dieron su voto confiando en la promesa de
que él no iba a botar a nadie, solo a Aníbal Acevedo...
Esto pasa cuando no se tiene creatividad. Cuando se llega al gobierno
con una mentalidad de empresario. Recortar, recortar y recortar. Pero
no se ha hablado nada de crear fuentes de ingreso al gobierno, de
buscar alternativas.
No entiendo la lógica de Fortuño. Este inepto está tirando gente a la
calle. Esa gente hará recortes en sus gastos y comprarán menos,
cuandos los negocios y comercios dejen de recibir ingresos tendrá que
irse a la quiebra o, paradójicamente, recortar personal. Esa es la
industria privada que iba a recoger a los que Fortuño botó. Se le
olvidó que esa gente, contrario a los cuponeros vividores que no
trabajan, pagan impuestos. Este próximo 15 de abril será un día flaaco
para Hacienda. Este idiota no supo pararse de frente a la legislatura
y decírles que recortaran en los contratos de asesores. Tampoco dijo a
las agencias que dejaran de contratar tanto ayudante especial a
sueldos de doctor como la en la región educativa de San Juan donde
viven de la teta del gobierno unos ineptos contratados para que muevan
papeles de aquí al otro lado y le hagan un buen café a la directora.
Pero lo peor de todo es que este cobarde, este pendejo, no tuvo la
fuerza de pararse de frente y dar el mismo el mensaje. Eso no es ser
hombre. Puso a otro a dar la mala noticia, la desgraciada noticia. Eso
es ser cobarde.
Ahora Puerto Rico, aprende de una buena vez a no confiar en un
político. Aquí hace falta que el pueblo se dé a respetar... Este país
es el país donde el gobierno manda y el pueblo obedece. Eso tiene que
cambiar. Ahora más que nunca hay que lanzarse a la calle. Apoyemos los
paros y huelgas que están por venir. No se quede e la casa llorando.
Redirija esas fuerzas y luche. Apoyen a sus sindicatos,
organizaciones, grupos de apoyo etc.
Dénse a respetar, el abusador solo necesita que se le paren de frente
y le den unos cuantos golpes. Si no tiene la fuerza agarre un palo o
mejor aún ÚNASE con otros abusados y juntos paren el abuso.
Nos vemos en la calle...
(perdonen la falta de acentos y el formato, escribí esta entrada desde
mi celular)