Respondiendo al artículo, “Bhatia Tiene Razon” del jueves, 4 de junio de 2015
La pintura se llama “Le Radeau de la Méduse” de Théodore Gericault...
Cualquier parecido entre el naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse y la infantilizacion y desprofesionalizacion del magisterio puertorriqueno es pura coincidencia...
El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, estuvo a punto de ser linchado porque el 20 de mayo del 2015 declaro a WALO Radio que muchos estudiantes de escuelas públicas no tienen las destrezas para entrar a la UPR, no saben la tabla del 9, no saben escribir un ensayo, no pueden hablar correctamente. (No estuvo a punto de ser linchado por decir que la escuela pública de la Isla les sirve mal a nuestros estudiantes) Por esto culpan a los maestros, así que él desea poner la administración de las escuelas en manos privadas. La próxima propuesta de Bhatia será establecer un capítulo de Teach for America en la Isla.
Mientras tanto el Gobernador declaro que “la calidad del estudiante de escuela pública y de escuela privada es similar" y que las calificaciones también dependen de lo que rodea al estudiante y de la intervención de los padres en los estudios. "Wilma y yo lo vivimos constantemente. Para que nuestros hijos saquen buenas notas tenemos que sentarnos con ellos…”
A PUES BIEN.
Nosotros, como productos de la escuela pública y estudiantes de Educación de la UPR-RP, no podemos más que sonreír. Ambos sabemos que los estudiantes provenientes de colegios privados – los que saben la tabla del 9, los que saben escribir un ensayo y los que saben hablar correctamente - no son enviados a UPR-RP porque todos sabemos que los servicios de seguridad en el Recinto son tan deficientes que caminar por el recinto solo es como caminar en el viejo oeste. Además nadie puede garantizar que un grupo de estudiantes no cierren el Recinto cuando les arropa el impulso, porque ambos sabemos que ellos son los que mandan.
Admitimos que Quiñones Calderón tiene razón cuando señala que “Nuestro sistema de educación pública es incapaz de enseñarle a muchísimo más de la mitad de sus estudiantes las destrezas básicas en español, inglés y matemáticas.”
Pero no hablaremos del “tétrico desfile” de los resultados de las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) porque sabemos que el sistema educativo de nuestro país está amarrado a una Cimera bipartidista (“Ningún Niño Dejado Atrás”), creada en el 2002 para aplicar metodología evaluativa de industrias a la educación.
Hasta Arne Duncan, Secretaria de Educación federal dijo que NCLB “ha creado docenas de maneras para que las escuelas fracasen y muy pocas maneras de ayudarlos a lograr o premiar el éxito”
Las Pruebas Puertorriqueñas son administradas todos los años a los estudiantes de tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo y undécimo grado en todas las escuelas del País. En Puerto Rico al igual que en los estados del norte, las pruebas estandarizadas no miden realmente los logros en el aprendizaje de los estudiantes ni responde a la realidad pedagógica de los estudiantes que son atendidos ni al material que es cubierto en el salón de clase. A través de las pruebas, el Departamento de Educación insiste en medir a todos los estudiantes como si fueran iguales, como si todos aprendieran al mismo ritmo, a sabiendas de que la mayoría de los estudiantes no tienen condiciones adecuadas de estudio en sus hogares.
Las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (que de puertorriqueño no tiene absolutamente nada) son la pesadilla tanto de estudiantes como de maestros.
El autor Alfie Kohn nos explica en su artículo, “Las Pruebas Estandarizadas y sus Víctimas” (2000) que las pruebas estandarizadas solo miden la adquisición temporera de conocimientos y destrezas, incluyendo la destreza de toma de examen. El entendimiento legítimo tiene muy poco que ver. Los maestros de escuela pública debemos entonces ensayar constantemente la destreza de tomar exámenes y hacia las destrezas especificas cubiertas en el examen (“teaching to the test”).
“Las pruebas son solo el medio a través del cual se participa en este juego. Es un juego que muchos niños… simplemente no pueden ganar. El invocar a esos mismos niños para justificar una versión de reforma escolar estilo corporativo que usa una medida para todos, es severo y es guiado por pruebas requiere de un grado deslumbrante de audacia… La administración de pruebas estandarizadas… son especialmente dañinas a aquellos estudiantes que más necesitan de nuestra ayuda.”
Por otro lado, NCLB ha producido un efecto conocido como la Ley de Campbell. Esta ley, desarrollado por el sociólogo Donald T. Campbell en 1976, sugiere que mientras más sea usado un determinado indicador social cuantitativo para tomar decisiones éste será sujeto a mayor presión y será más probable que termine corrompiendo y distorsionando los procesos sociales que, se supone que debería monitorear.
Me explico. Cuando buscamos medir a la gente usando pruebas para otorgar o quitar privilegios se crea una tensión que lleva a muchos a buscar maneras de "ganar". Esto ocurre mucho cuando las pruebas están hechas de tal forma que le es casi imposible a la mayoría a los estudiantes el poder pasarlas. El sistema conductista del látigo y la zanahoria ha creado una cultura de terror.
Esta cultura de terror lo vimos en nuestro pais el 1 de abril de 2011 cuando el entonces secretario de Educación, Jesús Rivera Sánchez, denunció en una conferencia de prensa que una trabajadora social de la escuela intermedia Papa Juan XXIII en Bayamón había sido arrestada por allegadamente haber robado unos formularios de las PPAA de tres salones de clases. Mientras tanto, el teniente Luis Vázquez, del Cuartel Bayamón Oeste de la Policía de Puerto Rico informó que la trabajadora social no fue arrestada en ningún momento. Vásquez narró que ella salió con tres formularios de las pruebas de los grados séptimo, octavo y undécimo, del plantel en contra de la voluntad del director y de varios maestros, dirigiéndose con los documentos hasta las oficinas del Departamento de Educación en Hato Tejas, Bayamón. Hasta allí la fue a buscar el agente José Caraballo, quien le pidió que lo acompañara hasta el cuartel.
Y fue en el cuartel, al ser entrevistada por la Policía en torno a su alegada apropiación de unas Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA), que la Trabajadora Social sufrió una crisis nerviosa y tuvo que ser transportada en ambulancia hasta el Hospital Doctors Center.
Volviendo a la conferencia de prensa, el secretario dijo que se desconoce la razón por la cual la funcionaria actuó de tal manera.
“Tendrá que asumir su responsabilidad”, advirtió el titular.
Esta cultura de terror motiva a Directores a perseguir maestros, los cuales a su vez, comienzan a atacarse entre si al identificar a uno de ellos como la pieza débil en el tablero.
El 18 de mayo del 2012, se publicó un artículo en el periódico El Nuevo Día de Sandra Caquias Cruz titulado, “En duda la buena nota de Jayuya” El artículo es sobre una querella de dos maestros de la escuela Antonio Romero Muñiz en Jayuya (que fue premiada en el 2011 por lograr las mejores notas en las PPAA), donde estos alegan que un tercer maestro se les acerco para informarle que había hecho “las claves y que se las iba a entregar a los maestros.” La querella incluye un anejo con la alegada clave que fue preparada para el examen de matemática y señala que durante esta prueba se les proveyó calculadoras a los estudiantes. Esto desata una investigación de la Unidad del Investigación de Querellas y la División Legal del Departamento de educación, otra investigación de la Oficina de Ética Gubernamental, otra de la División de Auditoria de la Oficina del Contralor y un referido al Departamento de Educación Federal.
El Director de la Escuela, rechazo estas imputaciones y destaco que el maestro que radico la querella tiene 36 ausencias y el diciembre de 2011 dio calificación de F a 46 estudiantes. El Director no explico que tenía eso que ver con las alegaciones.
La Consejera de la escuela dijo que este tipo de fraude era una situación que “está ocurriendo en casi todas las escuelas de Puerto Rico. En Vega Baja paso una situación donde se la comunicó a los maestros que trataran de ayudar a los estudiantes para salir del plan de mejoramiento.”
En esta nueva era de NCLB un buen maestro mantiene un salón silencioso y ordenado sonde los estudiantes cuyas notas en Ingles, Matemáticas y Ciencia mejoran cada año por X%. Esto es el medidor mágico que transforma maestros “buenos” en maestros “malos”. En nuestro nuevo modelo “Business Model” de la educación, los estudiantes son considerados nuestros productos y sus puntuaciones en las pruebas estandarizadas y el “Annual Yearly Progress” de la escuela son la manera en que la gerencia mide la producción del maestro. Pero según este mismo modelo, los estudiantes también son nuestros subordinados. Se supone que los manejemos como empleados de oficina, excepto que sus edades fluctúan entre los seis a diecisiete años y no son empleados, son niños. Y cuando no pueden estar sentados como empleados por siete horas al día o más, los referimos al Programa de Educación Especial.
En los estados del norte, en abril del 1987 empezamos a ver el inevitable desenlace de este sistema cuando un médico de nombre John Jacob Cannell en el estado de West Virginia descubrió un patrón de hacer trampa en las pruebas llamado “el Efecto del Lago Wobegon”.
En el 2000 surgieron acusaciones de fraude en las pruebas estandarizadas en la Escuela Elemental Potomac de Potomac, Ohio. El Director de la escuela, la Doctora Karen B. Karch renuncio a su posición en mayo del 2000 luego de más de 30 años de servicio y una maestra de quinto grado, Zorina Mohammed, fue suspendida por un año.
En el 2005, la escuela PS 33 en el Bronx, NYC, tuvo una mejoría en sus pruebas de lectura, saltando de 35.8% de proficiencia a 83% en un año. La directora, Elba López, recibió un bono de $15,000.00 y se retiró. Al año siguiente el nivel de proficiencia bajo de 83% a un 47%. Esto motivo investigaciones de los periodicos New York Sun y el City Journal.
En el 2007, 700 escuelas en Texas fueron señaladas públicamente e investigadas por fraude en las pruebas estandarizadas.
En el 2009, un estudio realizado por la Data Recognition Corporation encontró irregularidades en las pruebas de 60 escuelas en el estado de Pennsylvania, 29 de los cuales estaban en la ciudad de Philadelplhia.
En el 2010, administradores y maestros en las seis escuelas Charter, “Crescendo Charters” en California fueron sorprendidos usando las mismas preguntas de las pruebas para preparar a los estudiantes para las pruebas. Todo esto fue dirigido por John Allen, el fundador, quien ordeno a los directores de escuela a romper los sellos de las pruebas y usar las preguntas. Sobre 600 exámenes fueron invalidados, Allen fue despedido y las escuelas “Crescendo Charters” cerraron sus puertas.
En el 2013, en Houston, Texas 16 maestros fueron removidos de la Jefferson Elementary, cinco de los cuales fueron despedidos y 11 más estaban bajo investigación por alegadas irregularidades en las pruebas. Un año después, a estos maestros se les ofrecería un año de salario (más o menos $50,000.00) para renunciar y no luchar por sus empleos. El abogado de los maestros señalo a la prensa que con esto el Distrito no solo acepta que los maestros no incurrieron en la conducta señalada, sino que $50,000.00 es la misma cantidad de dinero que hubiesen ganado al demandar y prevalecer.
Finalmente, en abril del 2013 vimos el inevitable desenlace de este sistema cuando se radicaron acusaciones contra la Superintendente de Escuelas de la ciudad de Atlanta, Georgia, Beverly A. Hall y 34 empleados de escuelas públicas por participar en un esquema para hacer trampas en las pruebas estandarizadas. A Hall y los demás se les acusa bajo estatutos federales y a Hall se le fijó una fianza de $200,000.00. Entre los delitos imputados están actividad criminal organizada (racketeering), robo, influenciar testigos, conspiración y hacer declaraciones falsas. De estos 34, 21 llegaron a acuerdos con fiscalía. 12 eligieron ir a juicio.
Mientras tanto, en mayo del 2014 una Directora y cuatro maestros de la Cayuga Elementary en Pennsylvania fueron acusados por fraude, “racketeering”, alteración de expedientes y conspiración.
En julio del 2014 un maestro renuncio y cinco maestros de la North Central High School en Indianápolis, Indiana fueron suspendidos luego de ser acusados de hacer trampas en las pruebas estandarizadas.
En agosto del 2014, la escuela “Charter” Flanner House School en Indiana cerró sus puertas luego de que el Departamento de Educación del Estado de Indiana presentara los resultados de una investigación contra la escuela alegando que un maestro hizo trampa en las pruebas estandarizadas del 2013.
Regresando a Atlanta, el 2 de marzo del 2015, Hall falleció de cáncer a los 68 años sin ser llevada a juicio.
El 25 de marzo del 2015, un jurado encontró culpable a 11 de las 12 personas acusadas, entre ellos 4 maestros y un director por “racketeering”. Fueron sentenciados el 14 de abril.
Los Directores Regionales Sharon Davis-Williams y Michael Pitts fueron sentenciados a tres años de cárcel, $10,000.00 de multa y 2,000 horas de servicio comunitario.
Pamela Cleveland (maestra) fue sentenciado a 5 años probatoria y un ano de confinamiento en su casa.
Donald Bullock (coordinador de pruebas), fue sentenciado a 5 años probatoria y seis meses de confinamiento los fines de semana.
La Dra. Sharon Davis-Williams,(School Resource Team Executive Director) Tamara Cotman (Directora de Area) y Michael Pitts (School ReformTeach Executive Director) fueron sentenciados a 20 años de cárcel para servir 7 más 13 en probatoria, 2,000 horas de servicio comunitario y $25,000.00 de multa.
Dana Evans, Directora Escolar fue sentenciada a 5 años de cárcel para servir 1 más 1,000 horas de servicio comunitario.
Angela Williamson (maestra) y Tabeeka Jordan (Asistente Director) fueron sentenciados a 5 años de cárcel para servir 2, 3 años de probatoria, 1,500 horas de servicio comunitario y $5,000.00 de multa.
Diane Buckner-Webb(maestra) y Theresia Copeland(coordinadora de pruebas) fueron sentenciados a 5 años de cárcel para servir 1, más 1,000 horas de servicio comunitario y $1,000.00 de multa.
El 20 de abril de 2015, Van Jones y Mark Holden escribieron el artículo, “ATLANTA’S CHEATING TEACHERS ARE NOT MOBSTERS” para USA TODAY.
En abril del 2015, la escuela JE Turner Elementary en Alabama estaba siendo investigado por alegaciones de haber hecho trampas en las pruebas.
En mayo del 2015 las escuelas Red Rock Elementary, Integrity Education Centre, James Sandoval High School, Wade Carpenter Middle School Metcalf Elementary School, Edge High School y Children’s Success Academy en Arizona fueron señaladas en otro escándalo de trampa, tima y engaño.
Michelle Rhee, la Canciller del Departamento de Educación en Washington, DC entre el 2007 y el 2010 y la protagonista de la película, “Waiting for Superman” fue ícono para los proponentes de las pruebas estandarizadas y las escuelas Charter. Rhee se hizo famosa por lograr que los sindicatos de maestros en Washington, DC le permitieran ceder derechos a cambio de usar las pruebas estandarizadas como método para evaluar el desempeño de los maestros. Rhee era la diva de la evaluación del maestro basado en el desempeño de los estudiantes, llamado DC-CAS y luego IMPACT.
No hay que ser un genio para ver el eventual desenlace de esta historia; los maestros marcados como “productivos” reciben bonos y se quedan, mientras que los que son marcados como “malos”, viendo sus empleos amenazados, buscan para donde irse y luego son reemplazados con maestros con aun menos experiencia que permanecerán aún menos tiempo en esas plazas, asumiendo que aparezcan quien ocupe esas plazas. Y los que son botados van a demandar.
Luego de botar a alrededor de 229 maestros y directores Barack Obama elogió públicamente a Rhee porque sus escuelas demostraron una marcada mejoría en el desempeño de las pruebas estandarizadas. Entonces comenzaron las acusaciones de fraude y encubrimiento relacionados a las pruebas en sus escuelas y un tsunami de demandas por despidos injustificados.
En abril del 2013 el juez federal Rudolph Contreras se negó a desestimar una demanda millonaria contra Rhee por despido injustificado en el 2009. El caso sería enmendado para incluir acusaciones de fraude y encubrimiento por parte de Rhee y sus oficiales. Se alega que Rhee escondió dinero de la agencia para justificar el despido de maestros en masa. Luego de esta masacre, el dinero reapareció para reclutar maestros nuevos.
Ya para el 2012, administradores del Distrito escolar de Washington DC alegan haber encontrado a 11 escuelas haciendo trampa durante el 2011. También se revelo que la alta jerarquía del Distrito sabía desde el 2009 que se estaba haciendo trampa en las pruebas. Un memo interno muestra que un analista encontró que 191 maestros en 70 escuelas pudieron haber alterado pruebas.
Tanto en los estados del norte como en Puerto Rico casi todas las escuelas han caido en la categoría de fracasados, a tal punto que el Congreso ha evitado revivir la ley cuando expiro en el 2007 y la administración del Presidente Obama empezó a conceder exenciones de sus requerimientos.
En los pasados tres años, casi todos los estados, (incluyendo a Puerto Rico) habían recibido exenciones que permiten mostrar éxito a través de otras cosas aparte de las pruebas estandarizadas y eliminado la fecha límite de 2014 para alanzar la fantasía llamada proficiencia universal. A cambio de las exenciones 45 estados y Puerto Rico deben adoptar las Estándares de Núcleo Común, llamados “ObamaCore”.
Y asi fue que en agosto del 2014 llega a Puerto Rico los Estándares de Nucleo Comun (“Common Core Standards”), una iniciativa auspiciada por la National Governors Association (NGA) y la Council of Chief State School Officers (CCSSO).
El 17 de agosto del 2014 Valerie Strauss, reportera del Washington Post publicó un artículo (“Common Core tests fail kids in New York Again.”) Explicando que los resultados de las pruebas estandarizadas y alineadas con los Estándares Comunes del estado de Nueva York del 2013 y 2014 habían sido dadas a conocer. Estos resultados marcan - luego de una inversión de 28 millones de dólares por parte del estado - un incremento de 0.1% en Ingles y 4.6% en matemáticas.
Mientras tanto críticos estadounidenses de este sistema se preguntan por qué los políticos crean pruebas que marcan como fracasos a dos de cada tres niños. THE PEARSON CORPORATION preparo un informe técnico en el 2013 para el Departamento de Educación de NY sobre los atributos técnicos, y estadísticos de sus pruebas estandarizadas. También publicaron 50% de las preguntas. Según la reportera, los “ítems” son muy avanzados para muchos estudiantes, convirtiendo las pruebas en ejercicios de frustración. Finalmente, el Departamento de Educación de NY también informo cuantos estudiantes se habían negado a tomar las pruebas – entre 55,000 y 65,000 estudiantes se negaron a tomar las pruebas estandarizadas en el 2014.
Hay que mirar con detenimiento la utopía educativa privatizada que nos presentan.
Los que proponen reformas educativas en los estados del norte no se cansan de repetir que la crisis en el sistema educativo de allá (y acá) es producto de la escasez de maestros talentosos y comprometidos. Pero eso no es la historia completa.
Según el Dr. Aníbal Vásquez y Carrión en su libro, “Principios, teorías y prácticas de los cambios en los sistemas educativos”:
“Resulta mucho más gratificante poner toda la responsabilidad colectiva de la educación de nuestros hijos en los gobiernos… Esta actitud del colectivo mantiene el gobierno en búsqueda de panaceas rápidas y temporeras para calmar las ansiedades del público…”
“Los hogares constituyen la primera institución con responsabilidad social y moral en apoyar las escuelas. Las escuelas no pueden seguir absorbiendo el incumplimiento de los hogares porque esto afecta la calidad del producto escolar que eventual y gradualmente va revirtiéndose a cada hogar. Los hogares son los verdaderos responsables de iniciar y desarrollar los sistemas de valores de conducta social con los cuales sus descendientes transitaran por la vida… Parece que los padres se han auto relevado de esta responsabilidad… Le corresponde a cada hogar mantener la mecha de las motivaciones encendida. Le corresponde a la cada escuela ofrecer las opciones educativas para que las aspiraciones lleguen a ser realidades.”
Will Fitzhugh, un escritor con dos diplomas de Harvard y diez años de experiencia como maestro, escribió un ensayo titulado, “It’s the Students, Stupid” (The Concord Review, 16 marzo 2013) donde explica que:
“La inhabilidad de los estudiantes para controlarse y comportarse con respeto y cortesía hacia sus maestros y sus compañeros estudiantes a menudo degrada y hasta desintegra la integridad académica de la clase, lo cual lacera no solo su propia oportunidad para aprender, sino que también impide que sus compañeros también aprendan.”
Walt Gardner - un maestro con 28 años de experiencia - explico en un artículo para Education Week (“Student Responsibility for Learning”, 20 de marzo del 2013) que la obsesión con los maestros proviene del concepto promovido en muchas universidades de que todos los estudiantes son educables si tienen maestros que saben enseñar. Precisamente esto es la postura de la Profesora Ines Quiles, según la escuche recientemente en su programa radial.
---> Jack Frymer, profesor de la Ohio State University lo explico de esta forma:
“Si los estudiantes no quieren aprender, no pueden ser obligados. Cualquier esfuerzo dirigido a mejorar la enseñanza debe enfocarse en mejorar la motivación del estudiante.”
AJA!
Hoy se busca exigir exclusivamente al maestro que “rinda cuentas” (“accountability”) por el desempeño académico de los estudiantes cuando en realidad la educación es un trabajo en equipo entre maestros, padres y estudiantes.
Aquellos que difieren de esta posición sueñan con la llegada de un “maestro mágico” como han visto en muchas películas de maestros.
Pero…
Antes de que Evan Hunter, autor de “The Blackboard Jungle” se volviera famoso, él era maestro. Él dijo, “I was trying, but they weren’t buying”
Erin Gruwell (“Freedom Writers”) solamente dio clases en una escuela superior por 4 años y se fue a dar clases a California State University.
Jaime Escalante (“Stand and Deliver”) nunca logro duplicar el éxito que tuvo en la Garfield High School cuando fue trasladado a la Hiram Johnson High School en el 1991.
Melvin B. Tolson (“The Great Debaters”) nunca dio clases en una escuela pública. Por 23 años dio clases en Wiley College, un colegio Metodista privado.
Aunque Joe Clark (“Lean on Me”) logro grandes cambios en mejorar el ambiente de la escuela Eastside High School en New Jersey, nunca logro mejorar sustancialmente el rendimiento académico de los estudiantes. Esto propicio que la escuela fuera apropiada por el estado luego de su salida en el 1991. En el 1989 le dijo a la revista People que su inhabilidad de logar hacer que sus estudiantes fueran académicamente competitivos no era su problema, sino del sistema. “Veo un sistema que perpetua la inferioridad… con maestros inadecuados (más de 150 de los 300 miembros de la facultad habían renunciado o habían sido despedidos durante su reinado de siete años), materiales inadecuados y liderazgo inadecuado…” (“His Pupils Want Someone to Lean On, but Joe Clark May Simply Want Out”, 27 de marzo de 1989)
Jack Frymer, profesor de la Ohio State University lo explico de esta forma:
“Si los estudiantes no quieren aprender, no pueden ser obligados. Cualquier esfuerzo dirigido a mejorar la enseñanza debe enfocarse en mejorar la motivación del estudiante.”
Mientras tanto el Gobernador declaro que “la calidad del estudiante de escuela pública y de escuela privada es similar" y que las calificaciones también dependen de lo que rodea al estudiante y de la intervención de los padres en los estudios. "Wilma y yo lo vivimos constantemente. Para que nuestros hijos saquen buenas notas tenemos que sentarnos con ellos…