Las visitas rutinarias son molestas y si pudieran evitarlas lo harían. La cosa se complica cuando tienen condiciones que requieren intervención quirúrgica. Pero esas mujeres solo van a un examen rutinario y en caso de que las operen se seguirán modernos métodos y anestesia. Cuando les toca parir hasta se habla de “parto sin dolor” y si duele muecho se les hace una cesárea.
Pero antes que surgiera la especialización de la ginecología las mujeres que tenían que ver a un doctor para que las examinara recibían una de dos respuestas, las referían a un doctor que “trataba enfermedades de mujeres”, o las examinaban con puro tacto. Los doctores en esa época consideraban impropio mirar la vulva de una mujer y mucho menos la vagina.
Allá en Carolina del Sur un doctor llamado J. Marion Sims comenzó a trabajar con las enfermedades de las mujeres y decidió concentrarse en tratar una condición muy dolorosa. Algunas mujeres sufren de un mal muy doloroso conocido como fístula vesicovaginal. Es una absceso que se forma entra la vagina y la uretra o ente el canal vaginal y la vejiga. Las fístulas se crean cuando los partos se complicaban y se creaba una presión entre el canal vaginal que cortaba el flujo de sangre en esa parte. Esa parte de la vagina se “moría” y se formaba una fístula, un agujero que conectaba la vagina con la uretra o la vejiga. La condición causa que orina se meta en el canal vaginal y salga sin control por la apertura vaginal. La condición es sumamente dolorosa por el ardor que provoca y las infecciones que causa. Las mujeres que la sufrían vivían un infierno porque siempre olían a orina y se sentían sucias. Las infecciones en algunas ocasiones provocaban septicemia y luego la muerte.
Pero hoy día esa condición es fácilmente reparable por medio de cirugía. La práctica de la ginecología moderna está asociada a esa condición y al padre de la ginecología, el Doctor J Marion Sims.
Si usted va a Carolina del Sur encontrará una estatua en su honor reconociendo su aportación a la medicina al perfeccionar la técnica que logró reparar la fístula vesicovaginal. Fue un gran avance en la ciencia pero tuvo un costo terrible.
Para el tiempo que Sims practicaba la medicina no existían los estándares de ética que existen hoy día. De hecho la historia de Sims se enseña en los cursos de historia de la medicina y ética de la medicina por la manera en que ese doctor perfeccionó la técnica practicando decenas de veces...en mujeres esclavas.
Según los historiadores las esclavas que participaron de las operaciones de Sims “consentían”. Pero la realidad era que en su desesperación por liberarse del terrible mal aceptaban lo que fuera para poder ser liberadas de la enfermedad que las aquejaba y atormentaba. Legalmente no podían consentir ni negarse porque no tenían derecho por su condición de esclavas.
J. Marion Sims pasó a la historia como el padre de la ginecología pero su logro no hubiera sido posible sin la asistencia (no consentida) de tres esclavas que sirvieron como sujetos de experimentación. Con ellas Sims descubrió primeramente la manera para poder mirar dentro del canal vaginal algo que no era conocido para ese tiempo y el desarrollo de varios instrumentos que se usan hoy día entre ellos el infame espéculo. Las tres mujeres se llamaban Betsy, Lucy y Anarcha. De Betsy no se sabe mucho. Solo se sabe que era una de las tres pero en las fuentes consultadas no hay muchos detalles.
LucyLa primera esclava en la que Sims experimentó se llamaba Lucy. Tenía dos fístulas que hacían que la orina pasara directo a su canal vaginal. Con ella Sims utilizó la recién descubierta técnica para poder mirar dentro del canal vaginal, colocar a la mujer en sus codos y rodillas.
Con Lucy Sims experimento el suturar las fístulas para cerrarlas con hilo. Para esa operación que se hizo en la parte de atrás de la casa de Sims, se invitaron a varios doctores. Lucy estaba allí sobre sus codos y rodillas expuesta ante un grupo de hombres. Sims la operó sin anestesia y la esclava estuvo aguantando el dolor por casi cuatro horas que duró la operación. La operación no fue exitosa pues una de las fístulas quedó sin cerrar y Lucy sufrió una infección de la sangre por contaminación ya que Sims usó una esponja sin esterilizar para secar la orina que se escurría durante la operación. Lucy casi muere a causa de la operación y eso no sería bueno para la reputación de Sims así que buscó a otra esclava en la cual experimentar, Anarcha.
AnarchaAnarcha era otra esclava que sirvió de práctica para Sims. En ella se realizaron unas 30 operaciones. Con cada prueba y operación Sims hacía nuevos instrumentos y descubría nuevas técnicas. Con ella descubrió que podía dilatar la vagina más usando un invento hecho con cucharas, el primer espéculo, que cualquier mujer que haya tenido que sentirlo le dirá la horrible sensación. Además desarrolló otras técnicas. Anarcha fue la paciente que más operaciones se le realizaron Al final una pequeña fístula quedó abierta. Pero al final Sims descubrió que si utilizaba hilo de plata para suturar las fístulas no se abrían nuevamente. Con Anarcha se desarrolló la técnica que se utiliza hoy día para tratar esa condición en las mujeres. Pero en este día se usa anestesia.
Para ese tiempo La anestesia era un descubrimiento reciente. En algunos casos no se usaba anestesia. Se dice que en los casos de las esclavas no se usó anestesia sino que al final de la operación se les daba opio para que lidiaran con el dolor agudo y agonizante (según lo describía Sims) que sufrían.
Sims escribió y publicó el estudio que sentó el procedimiento estandar que se usa hoy día para tratar fístulas vesicovaginales. Luego se mudó a Nueva York donde practicó la ginecología y siguió desarrollando nuevas técnicas.
Las inmigrantes irlandesas
En Nueva York Sims tenía dos tipos de pacientes, mujeres blancas estadounidenses e inmigrantes irlandesas. Aunque tenían un poco más de derechos que las esclavas las mujeres irlandesas no gozaban de la ciudadanía americana. Sims experimentó en algunas de ellas otros procedimientos y con cada descubrimiento publicaba más estudios que servían de guía a la naciente profesión de la ginecología.
Las mujeres blancas.
Luego del éxito con Anarcha y las mujeres irlandesas se comenzó a operar en mujeres blancas. Las fístulas vaginales eran un mal común de las mujeres que parían en esos días. Pero con las mujeres blancas se operó con más seguridad y menos riesgos, ya las negras esclavas y las inmigrantes irlandesas habían soportado horas interminables de operaciones sin anestesia, experimentaciones sin permiso, el riesgo de infecciones y en algunos casos muerte.
La historia recuerda a Sims como “El Padre de la Ginecología”. Cuando se mira los detalles de esa historia se ve que el padre era un padre insensible que distinguía las mujeres por raza y las trataba dependiendo del color de piel u origen. El caso de Sims se usa en las escuelas de medicina para estudiar la ética de experimentar nuevos procedimientos con humanos.
Es inhumano utilizar a personas para experimentar pero la ciencia médica no habría podido funcionar ni avanzar si en algún momento no se hubiera probado la técnica o medicamento en un humano. Sims será visto como héroe por alguno y villano como otros. Las mujeres que hoy día se recuperan de fístulas le deben su recuperación no a Sims, sino a las mujeres que sirvieron como conejillos de india, las mujeres que soportaron los primeros tratamientos a las mujeres desposeídas, menospreciadas y las que la sociedad no miraba.
Fuentes consultadas
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2563360/
Medical ethics of J Marion Sims
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1376165/pdf/jmedeth00286-0030.pdf
https://www.buzzfeed.com/erinlarosa/what-women-think-about-going-to-the-gynecologist?utm_term=.fw7AqM0bk#.br7yLYgvX
http://www.medscape.com/viewarticle/479892_3