Jorge de Castro Font: Víctima del "amor"

Estaba leyendo la noticia de el arresto de el Senador Jorge de Castro Font. Por una parte siento simpatía por la familia de este tal como lo expresó el amigo Cizañero en su blog . De hecho fue muy poco lo que escuché por la radio tocando este aspecto del tema. Por otra parte como le comenté al amigo en el blog me uno al locutor de la estación Dimensión 103 quien esta mañana dijo que si al senador le preocupaba tanto la reacción de sus hijos debió haberlo pensado antes de violar su probatoria.

Debe quedar claro que no está arrestado por haber sido hallado culpable. Jorge de Castro Font fue arrestado antes de que cometiera lo que se conoce en inglés como "witness tampering". Sí, fue antes de que cometiera él el delito en cuestión. Cuando una persona es acusada de un delito y se le otorga el derecho a la fianza el juez le da unas instrucciones para mantenerlo fuera de la carcel antes del juicio. Entre estas instrucciones está la más clara de todas, NO TE COMUNIQUES CON NINGUNO DE LOS TESTIGOS O POSIBLES TESTIGOS QUE PUEDAN TOMAR PARTE EN EL CASO EN CONTRA TUYA, NI TAMPOCO MANDES A NADIE A HACERLO POR TI.

Es interesante notar que quien llamó a los testigos en cuestión fue la esposa de De Castro Font, Lisandra Delgado (aspirante a abogada). La pregunta que me hago es, ¿hizo esta acción la Sra. Delgado por cuenta propia? Si lo hizo por cuenta propia, ¿sus estudios en derecho no le trajeron a la memoria el concepto de "witness tampering"? ¿Lo hizo por amor? ¿La usó Jorge para eludir su responsabilidad ante la ley?

Pero esto que les diré a continuación me puso los pelos de punta. La abogada del senador le pidió al juez que entre otras opciones para no meter a su cliente preso amonestara a la esposa de De Castro o la ENCONTRARA INCURSA EN DESACATO. Yo no estaba en la sala pero la mera sugerencia de que se castigue a un ser querido por algo de lo que se me acusa a mí me llevaría a considerar el seguir teniendo a esa abogada en mi defensa. Pero no, De Castro Font solo se preocupó por sus hijos como todo buen padre. Pidió que sacaran a su hija de la sala para que no lo viera esposado y encadenado como un criminal. ¿Y su esposa? Parece que no le preocupó exponerla a un castigo de la corte o "llevarsela enredá" como decimos aquí en Puerto Rico cuando alguien hace algo malo y no le importa lastimar a los que están a su alrededor. Aunque tal vez la esposa de De Castro lo quiere tanto que estuvo dispuesta a arriesgarse y sufrir las consecuencias de cometer un delito por ayudar su esposo. Eso es amor.


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