Hace varios días atrás vi al noticia de como la nueva mayoría republicana en la legislatura de los EEUU vino con el cuchillo en la boca y el primer corte se lo hicieron al Comisionado Residente (¿o será "risidente"?) Pedro Pierluisi. En las estaciones de radio y en los medios impresos se ha hablado mucho de el retiro de este voto. Las estaciones PNP se quejan de que esto es una afrenta y un insulto y las demás lo informan como algo rutinario para no darle mucho color al asunto.
Pensando en esto me pregunté, ¿cual es el valor real del voto de Pedro Pierluisi en la Cámara de EEUU?
Primero tengamos claro qué es el Comisionado Residente. El cargo de Comisionado Residente es el de una persona que en nombre de los colonizados va al Congreso de EEUU a recordarles cada vez que van a hacer algo y decirle, "¿hay algo para nosotros en la colonia?". Si el Comisionado grita lo suficiente tal vez los políticos americanos dejen caer un poco más de las migajas de su mesa y se las asignan a la colonia en que vivimos, Puerto Rico. El comisionado residente es un mendigo con gabán y corbata que es elegido por el Pueblo de Puerto Rico para recordarles a los americanos que acá también comemos y que no se olviden de nosotros. Es más déjeme aclarar la realidad y decir que en realidad el Comisionado Residente está como el perro que menea el rabo al pie de la mesa pendiente a que el amo le tire un hueso o pedazo de lo que sobra de vez en cuando.
Para empezar ese voto era un voto "ornamental". En algún momento de la historia del Congreso alguien le cogió pena al méndigo y dijo, "bendito vamos a hacerle creer que al menos su tarea tiene algún valor, vamos a darle el privilegio de un voto simbólico para que no se sienta tan mal de ser un mendigo". En algún momento alguien le cogió pena al comisionado residente de Puerto Rico al verlo pasar de un lado al otro del Congreso sin nada más que hacer y se conmovió. Ahí se le dió el voto simbólico al Mendigo Residente.
Ese voto era un premio de consolación para los amigos del mendigo que aspiran a sentarse a la mesa de los amos del norte y hacerles pensar que ahora sus voces eran realmente escuchadas. El voto se ejercía solo para las enmiendas de una ley. O sea los americanos se sentaban a decidir una ley y votaban por esta y el Mendigo Residente no podía hacer nada excepto observar. En un momento cuando alguien entonces decidía hacerle un cambio a la ley el Comisionado era consultado para decirle
"que te parece" y le permitían votar por esa enmienda. Pero ese voto tenía una limitación. Supongamos que la votación de una enmienda quedara por así decirlo en 50 votos a favor y 50 en contra y el Mendigo Residente era el voto decisivo. En ese momento se declaraba un tranque pues el voto del Comisionado en la Cámara no puede ser decisivo y la enmienda tenía qu eser reconsiderada. Es como yo decirte, "ayúdame a tomar esta decisión y dame tu opinión" pero cuando la das la acepto solo si me gusta. ¿¡Pa' qué diablos me preguntas entonces!? y sabe para donde lo enviaré, ¿verdad?, a
las Rocas de San Brandón al norte de Mauricio. Pero nuestro Comisionado no tiene esa entereza de caracter y le siguió el juego a los americanos votando imaginariamente. Estoy seguro que el voto de él lo escribían con lápiz por si acaso...
Ahora los republicanos le quitan el voto de juguete y Pierluisi llora como si le hubiesen quitado algo de valor. A parecer él no se había dado cuenta que lo que le dieron fue un jugo con colorantes artificiales que él creía era de verdad y ahora pretende que se lo devuelvan. Los legisladores votaban con votos de verdad y Pierluisi con votos de juguete y ahora llora como si Puerto Rico hubiese perdido la gran cosa.
Pierluisi, tranquilo mijo, mientras los perros ladren duro el amo no se olvidará de ellos...
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Hon. Pedro R. Pierluisi | Puerto Rico