Por: Lic. Denis Márquez Lebrón
Secretario de Organización y ex candidato a la Cámara por el PIP
Durante décadas los partidos colonialistas han predicado la necesidad de resolver los problemas económicos de Puerto Rico antes de atender el problema del estatus. Evaden enfrentarse al problema fundamental para continuar viviendo del presupuesto colonial. La consecuencia, llevarnos a la quiebra económica y social que padecemos. Nuestra crisis económica es consecuencia directa de la falta de poderes para la toma de importantes y necesarias decisiones que debemos hacer como país.
Esa falta de poderes, junto a la dependencia y control económico desde Washington y Wall Street, y la ineptitud e irresponsabilidad administrativa en términos gubernamentales de los gobiernos rojos y azules impiden salir de la crisis. Desde el PIP siempre hemos sostenido que es imperativo atender y resolver el problema de subordinación política para comenzar a resolver los graves problemas económicos y sociales inmediatos. Tenemos que insertarnos al resto del mundo en condiciones de equidad.
El pasado fin de semana comenzamos una campaña educativa sobre cómo el problema del estatus afecta el bolsillo de cada puertorriqueño. Militantes del PIP repartieron a más de 10,000 hogares una hoja educativa explicando, entre otras cosas, que con el ELA no podemos negociar la deuda pública, mientras que con la independencia podremos renegociar la misma y buscar otras fuentes de financiamiento; con el ELA estamos condenados a altos costos en combustibles, mientras, en la independencia podremos negociar precios en gasolina y energía eléctrica más baratas; con el ELA las empresas puertorriqueñas sucumben ante la importación de materias primas e invasión de megatiendas, mientras, en la independencia tendremos los poderes para proteger al comercio puertorriqueño.
Latinoamérica está alzando la voz para que Puerto Rico sea parte de ese grupo de naciones libres que están creando acuerdos económicos y tratados comerciales que contribuyen a su desarrollo económico. No podemos seguir aislados del mundo. Por tal razón, es imperativo, en esta Sesión Ordinaria de la Legislatura 2014, el comienzo de la discusión y aprobación de una Asamblea de Estatus en que se definan alternativas no coloniales ni territoriales. Que enfrentemos al americano con esas definiciones para que se exprese y nos encaminemos a la descolonización de nuestro país.
La solución del problema colonial es un imperativo moral y social. Los pueblos y naciones no pueden estar condenados a ser esclavos de otros. La solución para acabar con la dependencia económica, que tantos problemas sociales produce, está en desarrollar una economía nacional, promover una cultura de trabajo y justicia social, y unirnos al mundo. Ese tiene que ser el camino. La colonia ha afectado muchos bolsillos, ha destruido muchas ilusiones. Es tiempo de esperanza y acción, de construir futuro hoy.