Lo más básico en cualquier hogar es sacar primeramente el dinero para la comida. Puede faltar lo que sea menos la comida. Cualquier padre responsable sabe eso. Los maestros, directores y demás personal que labora en el Departamento de Educación de Puerto Rico somos los encargados de enseñar a los estudiantes y proveerles un lugar seguro donde puedan estudiar. Eso incluye el darles los alimentos necesarios para que puedan pasar la jornada de estudios.
¿Sabía usted que hay escuelas en donde a la hora del almuerzo solo se le está sirviendo una o dos galletitas con jamomilla a los estudiantes? ¿Cómo es eso posible cuando el presupuesto federal y estatal para alimentos es de millones?
Esto como que se está convirtiendo en una tendencia en las agencias. Desaparece un dinero y desvisten un santo para vestir a un contratista.
En el caso del Departamento de Educación se le está robando a los estudiantes el dinero para comprar sus alimentos que se sirven en los comedores escolares. Son unos $38 millones que no aparecen. Ese dinero se supone que se le diera en comida a los estudiantes. Con las acciones que toma el Secretario, Rafael Román se pone en riesgo la alimentación de los estudiantes de Puerto Rico, muchos de los cuales solo pueden comer en los comedores escolares porque en sus casas no tienen comida.
Hay que hacer las mismas preguntas que no hizo la prensa basura, ¿donde están esos $38 millones que se robó Román? ¿Quién está beneficiándose de ese dinero?
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