Dicen que uno es lo que come. También dicen que uno es lo que piensa. Uno se siente como piensa y es por eso que a la hora de cuidar nuestra salud debemos comenzar por nuestra mente.
Los doctores que trabajan con el corazón conocen del efecto que tienen la depresión, la ansiedad y las emociones negativas sobre la salud del motor del cuerpo. Póngase a recordar donde fue que sintió primero ese coraje o esa pena. La manera en que pensamos y nos sentimos tiene un efecto directo sobre el corazón.
Habiendo establecido que las emociones negativas afectan la salud del corazón un equipo investigativo de la Universidad de Duke decidió estudiar a 2,618 personas que estaban visitando a cardiólogos para hacerse un angiograma. Querían saber si la actitud de una persona tenía un efecto sobre la salud de su corazón. Se les preguntó sobre como se veían en el futuro, qué esperaban de su salud coronaria. Las personas que hablaron positivamente de su salud y se veían saludables en el futuro duraron más que los que pensaban negativo.
Así que ahora a esa dieta y el ejercicio añádale una dosis de pensamiento positivo. Piense cosas como "no me voy a morir", "mi corazón está nuevo", "tengo energía", "todo saldrá bien",...
Fuente
Positive thinking seems to help the heart - Chicago Tribune
2 comentarios:
Si la cosas es así..no creo que yo dure mucho. A ver cuándo saco la tarjeta otra vez...si me la dan (y eso que renové hace meses). Necesito más terapia.
Piensa positivo y vas a ver que duras como hasta los 90 años... o 100 lo que más te guste.
Adelante y éxito.
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