Bernie Goetz: El héroe del subterráneo

El crimen es cosa sería gente. Ahora mismo en Puerto Rico tenemos el peor año en lo que respecta a la criminalidad y únido al peor año tenemos a la peor policía que el dinero de nuestro impuesto pueden pagar. Salir de noche es un peligro y estar solo por la calle es un riesgo. El que se para en un cruce prefiere coger el boleto que le den por comerse la luz roja a arriesgarse a que lo asalten como es de costumbre en esta isla. A veces me pregunto si no sería bueno tener un Bernie Goetz aquí que ponga respeto y ponga a temblar a los criminales.

Hace unas cuantas décadas atrás en Nueva York si usted mencionaba el nombre de Bernie Goetz arrancaría sonrisas y elogios por una parte o críticas e insultos por otra. La gente que trabajaba y viajaba en tren por NY (incluido yo) vieron en Goetz un respiro a la ola criminal que combinada con la ineficacia de la policía estába arropando a NY en pánico y desesperación. Los que teníamos que tomar el tren lo hacíamos asustados porque estar solo en el andén era un riesgo y a veces habiendo gente cuando un crimen se llevaba a cabo la multitud simplemente ignoraba lo que pasaba pues "eso era trabajo de la policía" y como la policía no servía de seguro la víctima se fastidiaba. A mi me asaltaron unos desgraciados negros afroamericanos y un puertorriqueño en la estación en una ocasión. Menos mal que en ese entonces varios amigos boricuas estaban cerca e intervinieron poniendo a los tipos a correr, los amigos pertenecíana a la ganga de los "Guardian Angels" la mejor ganga en NY y a la cual aspiré en un momento pertenecer pero mami vino para Puerto Rico.

El electricista Bernie Goetz se metió al tren para su viaje cotidiano. En el vagón donde iba vió cuatro muchachos con cara de pocos amigos. Lo miraron mal y se veía de lejos la clase de gente que eran, unos bandidos juveniles. Bernie sigue tranquilo pero vigilando el grupo y el tren hace una parada. Se baja un grupo de gente y queda Bernie con los cuatro que lo miraban insistentemente. En la otra estación se sube otro grupo de personas. Uno de los muchachos se acerca a Bernie y le dice que le dé $5.00. En el 1984 $5 dólares era una cantidad considerable de dinero. El pulso de Goetz comienza a acelerarse y viene a su mente el día que lo asaltaron en el andén y como le pegaron entre tres tipo para quitarle su dinero. También recordó como la policía no hizo nada mas que someter una "falta" a uno de los asaltantes sin más consecuencia. Desde ese día solicitó una arma de fuego pero se la negaron así que se consiguió un revolver calibre .38 de los que patean cuando impactan, si la policía no lo iba a defender él se defendería solo.

Los tres amigos del tipo se pararon y rodearon a Goetz bloqueando la vista de los que estaban en el vagón. Goetz hace un plan en su mente saca el revolver y "¡blam! le dispara en el mismo medio del pecho al tipo que le pidió los $5. La mano con el revolver se lavantó y un segundo disparo alcanzó al otro tipo en el hombro, los otros dos echaron a correr como gallinas. Otro tiro más y la gente estaba corriendo, el conductor del tren jaló el freno de emergencia. El tercer tiro alcanzó al otro tipo en la espalda y ese no volvió a caminar más en su vida, tampoco volvió a cometer más crímenes. Un tiro más le dió en el brazo al otro malandro que cayó al piso y vió como Bernie se acercaba con la pistola en la mano donde su amigo que estaba en el piso y le decía: "Tú no te ves tan mal, aquí tienes otro..." ¡Blam!. El olor a sangre y pólvora era insoportable y ninguno de esos malandros lo olvidará. El piso blanco del vagón se estaba pintando de rojo. Bernie se bajó del tren y echó a correr por las vías hasta desaparecer.

Bernie fue un héroe para mucho pero para la corte no era así. El sistema de justicia hubiese preferido que Bernie cogiese otra golpiza y lo reportara a la policía para que se supiera que en Nueva York el crimen estaba empeorando.

Fuente:
Bernhard Goetz - Wikipedia, the free encyclopedia

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