Se llevó a los niños para el campamento de verano así que estaba solo en casa y eso me hizo sentir mejor. Ahí estaba frente a la nevera y me preparé el desayuno. Dos huevos fritos, tocineta, pan tostado, una taza de café y un vaso de jugo, mi primer desayuno de vacaciones. Fui a la mesa en la cual estaba el periódico el cual lei mientras tomaba mi desayuno. Terminé mi desayuno sin haber llegado aun a la mitad del periódico pero lo dejé así y me fuí para el patio de mi casa con el periódico debajo del brazo.
Mi patio. Me encanta mi patio. Es grande, fresco y bonito.El patio está bien cuidado a pesar de que mi esposa y yo trabajamos hemos sacado tiempo para mantenerlo. Tan pronto salí por la puerta hacia el patio allí vi los dos bancos que compramos el año anterior. Deban la espalda hacia la casa. La verja estaba toda forrada de verde con kudzu. Era una pared de hojas natural. No me gusta mirar el patio del vecino ni que el vecino mire el mío. La enredadera crea mi espacio privado. El patio es mi pequeño paraíso. Solo hay tres árboles en el patio. Dos de mangó en cada esquina al final del patio. El otro está en el medio del patio, un frondoso flamboyán que cuando llega su tiempo se cubre de flores rojas que cuando caen al suelo forman una linda alfombra. Junto a ese árbol está la mesa del patio. En el medio de la mesa tengo una matita de pascuas bien bonita. Ya estaba perdiendo su color rojo.
Me encanta respirar el aire de la mañana, es fresco y puro y las aves lo adornan con sus canciones. Fui directo a la mesa y me senté a leer el periódico. Ahí estaba lo mismo de siempre.. Me he dado cuenta que las noticias se repiten cada cierto tiempo. Ocurre un escándalo político y sale la noticia en primera plana. Luego en las páginas siguientes hay como tres o cuatro artículos acerca del mismo suceso. Al otro día la noticia no está en primera plana pero hay de nuevo tres o cuatro artículos sobre el asunto del día anterior, todos repetidos pero con algún nuevo detalle añadido. Y así sigue la cosa hasta que aparezca una nueva noticia o un nuevo escándalo y entonces hacen un recuento del escándalo anterior y comienza el mismo ciclo de repeticiones con la noticia nueva. Es lo mismo en la radio y la televisión.
pensaba en esto mientras leía y ya iba por la sección de deportes cuando escuché como que me llamaban. Pensé que eran los vecinos hablando en su casa pero después de un minuto de escuchar con atención me dí cuenta que se repetía una sola palabra, "óyeme". Miré hacia mi casa, miré hacia la casa de mi vecino y de nuevo se escuchó la voz, "óyeme". Esta vez la voz se escuchó un poco más fuerte y venía de la pascua. Me fijé un poco más y noté que en una de las hojas había una mariquita. Escuché de nuevo, "óyeme". Era la mariquita la que me estaba llamando.
Volví a mirar a todos lados y de nuevo miré a la mariquita. El corazón me dio un brinco y empecé a sudar. Me puse nervioso, aquello era rarísimo. Miré a la mariquita y le dije, "¿Tú estás hablando, como es esto que un insecto esté hablando?" La mariquita caminó un poco sobre la hoja y dijo, "Oye tú ser inferior, yo soy Todor el dios supremo de Acrodot. Dime una cosa, ¿qué es lo que vez ante ti? ¿Qué soy ahora?" No sabía que decir. ¿Qué podía decir? Era una simple mariquita solo que esta hablaba. Aquí estaba yo escuchando a un insecto. "Bueno, ¿qué puedo decir?, comencé a responderle, "Lo que veo es una mariquita que habla en mi pascua". Entonces dijo, "¿Y eso que quiere decir?". La voz se pía un poco gruesa como para venir de un insecto. Retumbaba como si tuviese un pequeño eco.
Volví a quedarme callado y pensé que quizás estaba soñando. Pero no podía ser un sueño. Todo era real. Tan real como el periódico que tenía en la mano. "¿Qué es una mariquita?", me preguntó. "Un insecto", respondí. "Un insecto, solo eso soy ahora...", dijo Todor con un aire de tristeza en su voz. Ahí estaba yo en la mesa hablando con un insecto. "Esto no puede ser", pensé. Entonces le dije, "Si dices que ahora eres un insecto, ¿qué eras antes?" "Ya te lo dije, yo soy Todor el gran dios de Acrodot", respondió. "Pero explícame que es Acrodot Todor", le dije. "Acrodot es un planeta como éste. Los seres que viven allí se parecen a ti, a ustedes." , respondió Todor. Mi curiosidad se despertó entonces. "¡Qué diablos!...", pensé. Estaba solo y nadie me estaba viendo hablar con esta mariquita que decía ser un dios.
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"Háblame más de ese sitio que se llama Acrodot", le dije. "Te hablaré de Acrodot pero primero dime, ¿como te llamas tú?" me respondió. "Miguel", le dije. "Bien Miguel, Acrodot es un planeta como éste. Los seres de allí son parecidos a ustedes. Más bien son casi iguales a ustedes.", me dijo. Todor caminó un poco hasta la punta de la hoja y dijo, "En Acrodot los seres que allí viven tienen algo único, cuando piensan pueden materializar algunas de las cosas que se imaginan. Algunas cosas sin embargo no se materializan y comienzan a existir en otro plano hasta que se materializan". Eso me llamó la atención y le pregunté, "¿Y tú, existes o estás en otro plano...? Todor respondió, "Yo comencé a existir de repente. Solo sé que comencé viendo a todo el planeta, oía todas las palabras de todos los acroditas, sentía todos los sentimientos. Podía estar en todas partes a la vez. Fui adorado por generaciones, luego de un tiempo me comenzaron a llamar su dios. Me adoraron pueblos, me reverenciaron culturas. Muchas generaciones me glorificaron. Tan pronto comencé a existir supe que yo fui quien creo todo lo que se veía, yo había creado Acrodot y todo lo que hay en el universo. Yo había dado la vida y creado al primer Acrodita y su pareja de los cuales se pobló Acrodot. La gente me temía, me respetaba y escribieron leyes y mandamientos que yo había inspirado.
La hoja comenzó a moverso un poco con el viento pero Todor no se cayó. Entonces Todor continuó, "Durante un tiempo todo iba bien hasta que apareció Rod. Él era todo lo contrario a mi. Yo era la creación , él era la destrucción, yo era la luz él era la oscuridad, yo era la paz él era la guerra, yo era la armonía él era el desorden. Rod comenzó a existir en el momento que alguien lo pensó."
Todor movió su alas y voló un poco y se puso sobre la mesa al lado del tiesto. Todor continuó, "Hubo una época cuando yo era el rey de todo. Se crearon religiones, me hicieron templos, sacerdotes pregonaban mis historias y las transmitían a todos. Con el tiempo Rod comenzó a tener sus seguidores. Rod nunca fue más poderoso que yo porque yo tenía más seguidores. Además alguien pensó que yo era el más supremo de los dioses antes de que Rod fuera pensado así que yo tenía la ventaja.
Todor continúo su relato mientras yo escuchaba. "Los seres de Acrodot, los acroditas, se siguieron multiplicando. Formaron ciudades, pueblos, naciones, imperios. El tiempo pasaba y aquella raza se hacía más inteligente.Avanzaron en muchas áreas e inventaron muchas cosas. Hicieron descubrimientos y en cada lugar estaba yo presente, alguien siempre pensaba en Todor. Lo faltaron los templos. En cada lugar que se expandían se me hacía un templo. Con el tiempo se crearon religiones para adorarme, algunos lo hacían de una manera y otros de otra. Pero todo esto duró hasta el momento en que se dieron cuenta que todo lo que existía en Acrodot existía porque ellos lo pensaron. Siempre que surgía una necesidad algún acrodita pensaba y le llegaba la idea, trabajaban, inventaban y se resolvía el problema. Entonces a alguien se le ocurrió pensar 'si todo lo que tenemos es porque nosotros lo hemos pensado y hecho, ¿no será lo mismo con Todor y Rod?'.
Todor estiró sus alasy camino dando una vuelta. "Ese acrodita no duró mucho", dijo con satisfacción. "Los otros acroditas lo acusaron de herejía y lo condenaron a desaparecer. Lamentablemente el daño esyaba hecho. Ese acrodita había sembrado una semilla de duda y algunos pensaron que quizás el tenía razón. Se formaron discusiones y peleas por las discusiones. Muchos acroditas defendieron mi nombre y exterminaban a los que me negaban. Se formaron divisiones entre los acroditas que creían en mi y los que no porque el desaparecer no los amedrentaba. El tiempo pasó algunos de los acroditas no pensaban en mí. En ese entonces descubrí que podía estar en todas partes excepto en esos acroditas, solo los podía ver a través de otros acroditas que creían en mi. No podía saber que sentían ni que pensaban esos acroditas que no creían en mí. Mi existencia se limító a los que pensaban y creían en mí. Los que no creían no le hablaban a sus hijos de mi, estaban contaminados y en esas generaciones fui desapareciendo. Siempre hubo fieles pero muchos eran contaminados y cada vez eran más. Fui desapareciendo de las mentes de muchos generación tras generación..."
Todor voló alrededor del tiesto y volvió a posarse al lado del tiesto. "Con el tiempo el pensamiento de muchos fue, '¿para qué hace falta un dios si ya tenemos lo que nos hace falta y crearemos más?'. Esos fueron mis últimos tiempos. Los templos eran abandonados y cada vez más gente me olvidaba. Llegó el momento que solo hubo un acrodita que pensaba en mi. Mi existencia se limitaba a lo que él veía, pensaba, oía y escuchaba. Trató de hablarle a otros de mí pero no le hacían caso. La nueva generación de acroditas no me necesitaba. Entonces ese acrodita tuvo una ideay dijo: 'Todor, soy el único que piensa en ti y por eso todavía existes pero algún día yo desapareceré y tu desaparecerás conmigo. Vete y busca algún lugar donde puedas existir. Mientras yo viva verás Acrodo a través d mis ojos, oirás a través de mis oidos hasta el día que desaparezca. Escribiré un libro sobre tí y tal vez alguien lo lea y piense en tí de nuevo y volverás a existir en este lugar'. Desde ese momento me alejé de Acrodot me fui hacia la oscuridad del espacio. Pasé por muchos lugares, vi miles de planetas y en muchos de ellos no había vida, en otros la vida estaba comenzando y no tenían la capacidad de pensar."
Miré para un lado y estiré el cuello, estar tanto tiempo fijando la vista en un insecto que habla causa tensión. Todor continuó hablando. "Durante un tiempo pensé y me pregunté si yo soy un dios o si fui el producto del pensamiento de alguien. Con cada planeta que veía me preguntaba, ¿quién hizo todo esto? En los planetas que veía seres vivientes me preguntaba quién los había puesto allí porque yo no recuerdo haberlos creado. En un momento me pregunté, ¿quién o qué es el verdadero dios...?
Me quedé pensativo un momento. Agluna vez en mi vida yo me había hecho preguntas similares pero, ¿qué podía decirle yo a este "dios" que había descubierto que era un ser creado? Entonces le pregunté a Todor, "Dime una cosa, ¿podías tú conocer los pensamientos de todos los habitantes de Acrodot?" Me dijo, "No". Le pregunté, "¿podías tú saber el futuro?" Y me contestó, "No". Entonces le dije, "¿Sabes Todor? Todas las cosas que se hacen se hacen con algún propósito. Creo que el verdadero Dios es el que sabe todos los pensamientos de todo lo que ha creado y sabe por que lo ha creado, sabe el futuro y el fin de lo que ha creado. En fin ese Dios tiene que ser el principio de todo lo que se ha creado."
Hubo silencio por varios segundos, 30 segundos, 40, o casi un minuto... Entonces Todor preguntó, "¿Conoces tú a ese Dios?" Yo le respondí, "Eso creo". Entonces Todor me dijo, "Dime quién es". Iba yo a responderle cuando de repente por entre las hojas y velozmente vino un lagartijo y de un solo bocado se tragó a Todor, el gran dios de Acrodot. No supe que decir ni que pensar. El lagartijo se quedó ahí tranquilo saboreando su desayuno sin moverse. Me levanté de la silla y me metí a la casa. Quizas el lagartijo era un dios...
Escrito por Michael D. Castro Collazo ©
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