Me acabo de enterar que la compañía japonesa Yamaha va a construir una planta de ensamblaje en Argentina. La noticia me causa sentimientos encontrados. Por una parte me alegro que la prestigiosa multinacional haya decidido establecer operaciones en un país de latinoamérica pero por otra parte me entristece el hecho de que no hayan considerado a Puerto Rico.
Aquí nos hace falta crear industria. Puerto Rico tiene una posición geográfica privilegiada en el caribe. Estamos en el centro y tenemos mano de obra diestra y dispuesta a trabajar. Si hubiesen hecho esa planta aquí... Estoy seguro que una inversión como esa le hubiese dado trabajo a los que construirían la planta y a los que trabajarían en las lineas de ensamblaje. Pero somos un territorio de EEUU y no podemos hacer eso de invitar a compañías de otros países a establecerse aquí porque no tenemos soberanía económica. Tenemos que pedirle permiso a los EEUU y estoy seguro que ellos no nos lo darán.
Si fuésemos independientes y soberanos podríamos llegar a Japón y decirles, "si quieren expandir en latinoamérica nuestra islita está cerca de todo y los viajes al puerto no son largos..." Pero no podemos hacer nada sin el permiso de los EEUU, el país que cada día se está hundiendo más económicamente y que aparte de regalarnos una migajas en ayudas para la gente que no trabaja no ha hecho mucho desde que desinflaron aquel salvavidas llamado 936.
Estoy seguro que los japoneses y otros países han visto nuestro país, la infraestructura que tiene y el potencial pero no pueden hacer nada porque los EEUU no nos da el permiso. Somos feos para la inversión extranjera. Pero como aquel patito feo del cuento estoy seguro que algún día nuestra belleza brillará... Esa es mi esperanza.
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2 comentarios:
Muy bien dicho
Nos toca educar a los independentistas/soberanistas que la independencia/soberanía no es solo por honor y dignidad, sino también como la única forma real de progreso económico. Si seguimos con los discursos de nacionalismos, no vamos a avanzar mucho y el país lo necesita.
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